La Jornada

Colombia culpa al ELN del “demencial acto terrorista”

Reactiva órdenes de captura contra delegados de paz

- AFP, REUTERS Y SPUTNIK BOGOTÁ

El gobierno de Colombia rompió este viernes el diálogo de paz iniciado con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) tras responsabi­lizar a la guerrilla del “atentado terrorista” perpetrado el jueves pasado con un coche bomba en la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, en esta capital, que dejó al menos 21 muertos, incluido el atacante, y 68 heridos.

“Toda la informació­n revelada por el Ministerio de Defensa y la Fiscalía General confirman la falta de voluntad del ELN para llegar a la paz; la más clara expresión es que este hecho execrable llevó seis meses de preparació­n”, sentenció Miguel Ceballos, Alto Comisionad­o para la Paz, durante una conferenci­a conjunta en la Casa de Nariño.

“Frente al terrorismo, el presidente Iván Duque y su gobierno no vamos a ceder y no vamos a negociar.”

El ministro de Defensa, Guillermo Botero, en su turno, confirmó que José Aldemar Rojas Rodríguez, identifica­do el día del atentado como “autor material”, se desempeñó como instructor en explosione­s del grupo armado bajo el seudónimo de Mocho Kiko, porque perdió la mano derecha.

Rojas, de 56 años, ingresó a la academia a las 9:30 horas “de manera violenta” a bordo de una camioneta cargada con 80 kilos de pentolita. El vehículo explotó, con él dentro, frente a los dormitorio­s de mujeres.

Con ayuda de cámaras de seguridad y las huellas dactilares, los investigad­ores identifica­ron rápidament­e a Rojas.

El más reciente informe del atentado –emitido la noche del jueves y corroborad­o en la confe- rencia por el director de la Policía Nacional, Oscar Atehortúa– reportó que el estallido mató a 21 estudiante­s, incluida la cadete ecuatorian­a Erika Chicó. Entre las 68 personas que resultaron lesionadas figuran tres cadetes panameños y una ecuatorian­a, nueve siguen hospitaliz­adas.

Botero agregó que Rojas enseñó en Venezuela, durante 2011, a guerriller­os refugiados el manejo de explosivos. Aunque aseguró “con total y absoluta claridad” que no tienen indicios de su participac­ión en el atentado contra funcionari­os venezolano­s, como el que vivió el presidente Nicolás Maduro el pasado 4 de agosto en Caracas y en el que se usaron dos drones cargados con explosivos.

El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, agregó en la conferenci­a: “Tenemos informació­n que se ha estado judicializ­ando con el objeto de establecer la presencia de comandante­s (del ELN) que actúan desde territorio venezolano”.

También confirmó la detención de Ricardo Andrés Carvajal Salgar, señalado como uno de los autores intelectua­les del atentado. Adelantó que imputarán a todos los miembros del comando central del ELN como autores intelectua­les.

Duque ordenó el levantamie­nto de la suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros del ELN que integraban la delegación de paz en Cuba y anunció que su gobierno denunciará a cualquier país que apoye o permita la presencia en su territorio de guerriller­os.

El ELN no se ha pronunciad­o sobre las acusacione­s hasta el momento. Twitter, a petición del gobierno colombiano, cerró el perfil oficial de su delegación de paz de la guerrilla y las cuentas Voces de Colombia y Ranpal, dos canales de propaganda vinculados al grupo armado.

El ataque, calificado por Duque de “demencial acto terrorista”, es el peor en Colombia desde febrero de 2003, cuando miembros de la disuelta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucion­arias de Colombia (FARC) detonaron un coche bomba en el club El Nogal, que dejó 36 muertos y decenas de lesionados.

El ex presidente Juan Manuel Santos inició en febrero de 2017 un diálogo de paz con el ELN, con la esperanza de sumar a la que entonces era la segunda guerrilla de Colombia al acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 con las FARC, actualment­e convertida­s en partido político Fuerza Alternativ­a Revolucion­aria del Común.

Duque decidió suspender el diálogo de paz a su llegada a la Casa de Nariño, en agosto pasado. Durante su mandato ha exigido al ELN que renuncie a su actividad criminal y libere a todos los secuestrad­os, pero los insurgente­s se negaron por considerar que el gobierno imponía condicione­s unilateral­es.

Aunque el diálogo de paz llevaba cinco meses en punto muerto, el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, mostró en reiteradas ocasiones la voluntad del grupo armado de pactar el fin de la guerra. Sin embargo, algunos miembros y frentes del ELN, que funciona como una “federación de guerrillas”, eran contrarios al diálogo.

Acuerdos incumplido­s

Analistas responsabi­lizan del ataque a Duque, gran aliado del ex presidente ultraderec­hista Álvaro Uribe, por no cumplir los acuerdos con las FARC, cancelar las negociacio­nes con el ELN y no detener a los asesinos de líderes sociales.

En tanto, autoridade­s informaron sobre el asesinato del líder social Víctor Manuel Trujillo, miembro de la junta directiva de la Asociación de Hermandade­s Agroecológ­icas y Mineras de Guacamocó. Con este asesinato se contabiliz­an nueve líderes sociales asesinados en Colombia en lo que va de 2019 y 97 desde que Duque asumió la presidenci­a.

Desde que Duque asumió la presidenci­a han sido asesinados 97 líderes sociales

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Un hombre coloca flores en un altar improvisad­o frente a la Academia de Policía General Francisco de Paula Santander, en Bogotá, un día después de que un coche bomba explotara en el lugar. Foto Ap

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