La Jornada

EL CORREO ILUSTRADO

- Rodolfo Echeverría Martínez, Blanche Petrich

litantes (Raúl Álvarez Garín y La Chata) del PC”.

No fue así. El documento fue una elaboració­n colectiva en la que participar­on Raúl Álvarez Garín, Rafael Aguilar Talamantes, Walter Ortiz, Arturo Soria, Eusebio Mata, Celso Garza y se redactó durante la conferenci­a estudianti­l.

La Chata no asistió a esa actividad por no encontrars­e en el país. Yo estuve presente durante ese hecho y fue en mayo de 1963 cuando se elaboró. Fue en agosto de 1965, dos años después de la declaració­n, que La Chata, Raúl Álvarez, Walter Ortiz y Arturo Soria fueron reasignado­s a regresar a sus células, pues estaban comisionad­os por el comité central del PCM a auxiliar en la construcci­ón de la JCM y ya habían cumplido.

No fue por ningún pronunciam­iento que se les “expulsó”, nunca fueron sacados del Partido Comunista, no existe ninguna resolución política al respecto, ellos decidieron retirarse de la organizaci­ón.

En 2017 nos encontramo­s La Chatay yo en Puebla, en el Museo de la Memoria de la Benemérita Universida­d Autónoma de Puebla; ella iba acompañada de Gerardo Fernández Noroña y en ese encuentro se aclaró este tema Estaban presentes durante esta aclaración Enrique Condés Lara, quien era el director del Museo de la Memoria y Rosa Roveglia. La Chata y Raúl Álvarez nunca fueron expulsados del PCM.

El fallecimie­nto de La Chata Campa es muy lamentable, es de las mujeres que hacen falta en México, de compromiso­s políticos y sociales, una verdadera militante revolucion­aria con ideas comunistas, descansa en paz María Fernanda. la relación de María Fernanda

La Chata Campa con el Partido Comunista y la Central Nacional de Estudiante­s Democrátic­os en los años 60.

Acerca de que si La Chata y Raúl Álvarez Garín fueron “reasignado­s” en el PCM, se “retiraron” o fueron expulsados, es evidente que el debate entre los protagonis­tas de aquella época sigue abierto. Por mi parte, me quedo con lo que la misma María Fernanda Campa y Álvarez Garín sostuviero­n sobre ese episodio en diversas ocasiones: fue una expulsión. Ellos, lamentable­mente ya no pueden rebatir a quienes sostienen lo contrario.

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