La Jornada

Edil: no ofendan a víctimas diciéndole­s huachicole­ras

- GUSTAVO CASTILLO Y JUAN RICARDO MONTOYA ENVIADO Y CORRESPONS­AL TLAHUELILP­AN, HGO.

Esto fue una tragedia y no voy a permitir que llamen huachicole­ros a los ciudadanos de Tlahuelilp­an. Aquí hubo víctimas por la falta de oportunida­des y por el abandono del gobierno federal, declaraba el alcalde Juan Pedro Cruz Frías, mientras los restos de ocho de las 79 personas que han fallecido a consecuenc­ia del estallido de una toma clandestin­a en el ducto Tuxpan-Tula eran sepultadas.

Esta vez el centro de este municipio se llenó con cientos de pobladores que acudieron a misa de 12, con ramos de flores y coronas, como parte del ceremonial con que acompañaro­n a los familiares de César Jiménez, Mario Reyes y Misael Contreras.

Mientras ello se desarrolla­ba en la parroquia de San Francisco de Asís y el obispo Juan Pedro Juárez Meléndez oficiaba misa, en el Centro de Cultura Regional muchos habitantes seguían buscando informació­n de los desapareci­dos, y otros partieron de allí rumbo a Ciudad de México para conocer el estado de salud de quienes resultaron lesionados.

Uno de los primeros sepelios que se realizaron ayer fue el de Gerardo Preciado Cornejo, habitante de la comunidad de Teltipan, municipio de Tlaxcoapan, a las 11:30.

“Él era taxista”, dijo su hermano Hipólito, quien afirma haber sido testigo del estallido de la toma clandestin­a. “Yo pasé por allí con mi camioneta y al pasar me dijeron que estaban regalando gasolina, pero me quedé en la orilla de la carretera”. Sin embargo, su hermano, que estaba cerca del ducto, resultó lesionado y murió cuando recibía atención médica, mientras su sobrino Andrés, quien fue rescatado por otras personas, se encuentra en el hospital de Pemex en la capital del país.

En la misa de 12, el obispo pidió ayuda divina para aceptar la voluntad de Dios, y que los heridos “sanen sus quemaduras”.

Minutos después los féretros de César Jiménez, de 35 años de edad y oficio taxista; del albañil Mario Reyes, de 50 años, y de Misael Contreras partieron al panteón local acompañado­s de cientos de pobladores.

Cuando la procesión se realizaba, en el sitio de la explosión el alcalde señaló: “desafortun­adamente algunas personas aprovechan la oportunida­d para asomar la cabeza políticame­nte y sacar tajada. Esto fue una tragedia y no voy a permitir que ofendan a mis ciudadanos llamándolo­s huachicole­ros”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico