Vertiginoso
l gobierno venía encarrerado desde la elección de julio pasado. De inmediato tomó la iniciativa política ante el abandono ruboroso de la administración que aún estaba en funciones. Desde la toma de posesión, en diciembre, el ritmo aumentó y se acelera. Hay días en que parece que las posturas que se adoptan, las declaraciones que se hacen y las acciones que se emprenden suceden de modo vertiginoso.
Ciertamente, algunas iniciativas han sido contundentes, como es el caso de la cancelación del aeropuerto en Texcoco o las primeras acciones en contra del huachicol. Otras no han podido impulsarse con la celeridad que desearía el Ejecutivo, como sucede con la Guardia Nacional.
Formar un gobierno no es fácil, por supuesto, pero da la sensación de que algunas decisiones ameritan mayor atención de la que se les ha dado. Esto exhibe, a las claras, el modo en que se conciben los problemas por enfrentar y las prioridades políticas que se van estableciendo, sin embargo, deberían atenderse de mejor manera para evitar fricciones que desgastan el ejercicio de