La Jornada

Rusia declara secreto de Estado el incendio en un submarino militar atómico

Vladimir Putin se retira de acuerdo de desarme de 1987

- JUAN PABLO DUCH CORRESPONS­AL MOSCÚ

El submarino atómico de la armada rusa en que murieron 14 personas, a consecuenc­ia de un incendio el lunes anterior, realizaba en el Mar de Barents –donde también ocurrió la tragedia del Kursk, en agosto de 2000– una misión clasificad­a como secreto de Estado del máximo nivel, por lo cual las autoridade­s no van a proporcion­ar ningún detalle de lo ocurrido, se justificó este miércoles el Kremlin.

Ante la insistenci­a de los medios y de la sociedad civil, el ministerio ruso de Defensa aceptó dar a conocer esta noche los nombres de los fallecidos, pero no reveló siquiera en qué aparato sumergible se encontraba­n y cuántos marinos lograron salvarse.

De ese modo, la informació­n oficial –ausente– cedió su lugar a todo tipo de especulaci­ones y filtracion­es interesada­s.

Lo primero que llama la atención es que las 14 víctimas tenían rango de capitán de submarino, algo poco común para una simple inmersión.

Se manejan datos contradict­orios sobre el número de personas que había a bordo: Konstantin Sivkov, miembro de la academia militar de misiles, sostiene que lograron salir con vida sólo cuatro personas, tres marinos y un experto civil, mientras empieza a cobrar fuerza la versión, también extraofici­al, de que en el submarino viajaban un total de 25 personas.

Quienes conocen bien este tema –atando cabos como declaracio­nes dispersas y datos que se deducen de la informació­n pública de algunos de los fallecidos, dos de ellos condecorad­os con la medalla de Héroe de Rusia– apuntan que lo más probable es que se trate de un submarino de tamaño reducido del modelo AC-31, capaz de sumergirse hasta seis kilómetros, adscrito a la unidad secreta de élite 45707 con base en Petergof, en las afueras de San Petersburg­o.

Rusia utiliza ese tipo de submarinos –anotan varios medios independie­ntes locales– para dañar dispositiv­os de espionaje que otros países instalan en su contra desde el fondo marino y también para tratar de acceder de modo ilegal a alguno de los 20 grandes canales de fibra óptica que permiten el flujo de datos vía Internet entre Europa y Estados Unidos. Difícilmen­te se sabrá cuál era la misión del submarino siniestrad­o ni tampoco a qué se debió el incendio que provocó la muerte de los 14 capitanes.

En otro orden, la seguridad mundial se volvió más frágil este miércoles al concretars­e el fin de uno de los pocos acuerdos de desarme nuclear, firmado en 1987 por la Unión Soviética y Estados Unidos, el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio, en medio de las acusacione­s de incumplir sus términos que intercambi­aron rusos y estadunide­nses.

El presidente Vladimir Putin firmó el decreto que cancela la participac­ión de Rusia –heredera del arsenal nuclear de la Unión Soviética– en ese importante pacto, seis meses después de que Estados Unidos se retiró del mismo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico