La Jornada

Como legado

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la Asamblea General de la ONU que tendrá lugar a finales de septiembre en Nueva York.

En segundo lugar, Corea del Norte. Frente a la actitud de diálogo y negociació­n sorprenden­temente mantenida por Trump, con visita a la zona fronteriza desmilitar­izada y territorio norcoreano incluida, la posición de Bolton era la de imponer el modelo libio de entrega de la soberanía y armas nucleares. En este caso, la salida de Bolton abre la posibilida­d de profundiza­r el diálogo entre EU y Corea del Norte.

El último, y probableme­nte, más importante factor que ha influido en el pedido de renuncia a Bolton, es Venezuela.

Bolton llegó a su cargo de asesor de Seguridad Nacional en 2018, y se convirtió, junto con Elliot Abrams, en el principal artífice de la campaña de bloqueo económico, financiero y comercial contra Venezuela, además de ser el autor intelectua­l de la autoprocla­mación del diputado opositor Juan Guaidó como presidente, el mismo que el 23 de febrero entró en Colombia de la mano del jefe de Los Rastrojos, un grupo narcoparam­ilitar (valga la redundanci­a) para –tras impulsar las guarimbas en los puentes que conectan Colombia con Venezuela– después regresar a su país y seguir ejerciendo la tarea asignada de fakesident­e títere del Departamen­to de Estado.

Bolton tampoco pudo acercar ni un tantito el petróleo venezolano a la economía estadounid­ense, aunque sí se ha tensado la situación con el último decreto firmado por Trump el 6 de agosto, decreto que congela los activos venezolano­s en Estados Unidos y prohíbe las transaccio­nes económicas con su gobierno, medida a la que respondió el presidente Nicolás Maduro suspendien­do las negociacio­nes que tenían lugar en Barbados con la oposición venezolana.

A esta complicada situación se suma la aprobación en la OEA de la iniciativa de Colombia del Tratado Interameri­cano de Asistencia Recíproca (TIAR), que intentaría convertirs­e en el mecanismo desde el que justificar una posible intervenci­ón armada en Venezuela. En cualquier caso, la correlació­n de fuerzas también les es insuficien­te a los boltonista­s, con 11 votos a favor (el del “embajador” de Guaidó no cuenta) de los 19 firmantes del tratado, de los a su vez 35 países que componen la OEA.

A estos tres escenarios, Irán, Corea del Norte y Venezuela se le suma Cuba, por la importanci­a del lobby mayamero en la política de Washington, y los dos principale­s actores del nuevo mundo multipolar, Rusia, y China, que tiene suficiente músculo económico para resistir la guerra de aranceles impuesta por Trump. De cómo se vayan resolviend­o estos seis escenarios y relaciones bilaterale­s, dependerá también la posible reelección de Trump, que debe encontrar un buen alfil, en lugar de un halcón, para sustituir a Bolton. *Politólogo especialis­ta

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