En el desfile, el papel protagónico se lo llevó la Guardia Nacional
Desde el balcón central de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador no cesaba de aplaudir complacido. Encabezaba su primer desfile en la doble condición de Presidente y comandante supremo de las fuerzas armadas. Orgulloso, observaba el arranque de la parada militar con su magna creación en los albores del sexenio: la Guardia Nacional (GN).
Protagonista en la conmemoración por el 209 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia, ese ambicioso despliegue de la GN exhibió en sus diversas facetas, formaciones y regimientos, el equipo tecnológico dotado a esta corporación dedicada a la compleja tarea de contener –por ahora todavía infructuosamente– el crecimiento de la violencia en el país.
Miles de soldados y marinos reconvertidos ahora en Guardia Nacional conformaron gran parte del contingente que desfiló bajo el nombre de Agrupamiento Cuarta Transformación. Fugazmente habían pasado en carros alegóricos, como preámbulo a la procesión militar, Hidalgo, Morelos, Aldama, Allende, La Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez, Juárez, Madero, Zapata, Villa. Toda la gama de héroes patrios que en su momento independizaron, reformaron y revolucionaron al país.
Era la apertura del primer desfile militar en este sexenio que, acorde con la visión presidencial, evocó aquellas gestas heroicas bajo el eufemismo de las tres transformaciones para desembocar en la cuarta, oficialmente ya en marcha.
Bajo esta óptica se diseñó el orden de los primeros contingentes que integraron la parte civil del cambio porque insólitamente formaron parte de la celebración, los camiones tanque (pipas) que adquirió Petróleos Mexicanos para la lucha contra el huachicol.