Logran acuerdos Minera Autlán y pobladores de tres municipios
Representantes de la Compañía Minera Autlán e integrantes del Movimiento Ambientalista de la Sierra Hidalguense (MASH), que bloquean desde hace un mes las instalaciones de la empresa para protestar por la contaminación en el río Claro y por daños en sus viviendas a causa de las explosiones en el yacimiento, llegaron ayer a los primeros acuerdos para resolver el conflicto. En las negociaciones participaron autoridades federales, así como los alcaldes de Molango, Lolotla y Tepehuacán de Guerrero.
Ayer, luego de una mesa de negociación que duró más de siete horas, el MASH anunció que la Unidad Minera de Naopa, propiedad de Autlán –cuyo dueño es Grupo Ferrominero, de José Larrea– permanecerá bloqueada hasta que haya respuesta concreta a sus demandas. El colectivo ecologista agregó que se permitirá que durante dos días transportistas de la empresa ingresen al filón para sacar material, a fin de cumplir con un pedido urgente.
Luego de las negociaciones en el palacio de gobierno de Pachuca, en las que fungió como mediador Abraham Mendoza Zenteno, delegado en Hidalgo del gobierno federal, uno de los representantes jurídicos del MASH, Eduardo Medecigo Rubio, dijo que se acordó convocar al Servicio Geológico Mexicano (SGM) “para que se investiguen los daños estructurales en las casas de los pobladores de comunidades campesinas e indígenas provocados por las constantes explosiones usadas por la minera para la extracción de manganeso”.
Medecigo Rubio indicó que también se pedirá el respaldo de la Coordinación Nacional de Protección Civil para que colabore con el SGM en la evaluación de los estragos.
Los representantes de Autlán exigieron que para llegar a convenios se desbloquearan los dos accesos a la mina ubicada en Naopa, municipio de Lolotla, las cuales permanecen cerradas por más de 700 habitantes de localidades afectadas, respaldados por transportistas que han sido excluidos de contratos para acarrear manganeso.
El MASH se negó a concluir su movilización, con el argumento de que no había garantías de que Autlán cumpliría con los acuerdos si se le permitía reanudar actividades. Finalmente, el MASH aceptó permitir el paso de 30 camiones.