Denuncia falta de generadores en la presa El Granero
En el río Conchos, en el norte de Chihuahua, se construyó la presa El Granero. Yo fui trabajador ahí durante su construcción, su propósito fue controlar el afluente para evitar inundaciones en Ojinaga, proveer riego a ejidos aledaños, a la presa y generar electricidad.
Al terminarse la construcción de la presa El Granero quedó pendiente la instalación de los generadores de electricidad, aunque toda la infraestructura estuvo terminada, enorme túnel, tubería de alta presión, válvula de control, dos enormes torres de la obra de toma, hasta la excavación dentro de la montaña para alojar los generadores.
Por qué no se instalaron los generadores no lo sé, pues yo salí de ese lugar al término de la obra.
He tratado de investigarlo pero hay un profundo misterio o falta de información en mi archivo.
En este momento que se vive en México, es necesario encontrar todas las formas de generar energía y ésta puede ser una de ellas.
Por favor publique esto para remover las entrañas de este asunto antes que salga “un particular” que tenga la “concesión” para explotar esta fuente de energía.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México; Olga Sanchez Cordero, secretaria de Gobernación; Héctor Antonio Astudillo Flores, gobernador de Guerrero: el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos se hace portador de este mensaje de un llamado humanitario imperativo:
“Nos urge informarles, estar seguros de que conocen de la situación de desespero en que nos hallamos. Sufrimos de un doble encierro: el del virus y el cerco permanente al que nos somete el crimen organizado. Nosotros ni el reparto de abono para las tierras recibimos. No tenemos cómo bajar a Petatlán a vender lo poco que aquí podemos producir entre los 12 pueblos de la Sierra de Guerrero, en la Costa Grande. No recibimos ayuda de tarjetas, ni becas, ni préstamos de palabra. Los centros de salud están vacíos. No hay escuelas, porque los maestros no volvieron. Las tiendas hace mucho se quedaron vacías. No tenemos dónde comprar nada. Y en este estado de emergencia nadie de sus gobiernos parece tener tiempo para mirar para este lado. ¡Nos estamos muriendo de