La Jornada

Transforma­n en música el método de multiplica­ción de un virus

PASAsinCAL­LE, proyecto de improvisac­ión que se estrenó este miércoles en el festival El Aleph, dedicado al Covid-19, de la UNAM // Estuvo a cargo de la AMA y el ensamble Liminar

- MERRY MACMASTERS

La Dirección de Música de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM) participa en El Aleph. Festival de Arte y Música. Las posibilida­des de la vida: Covid-19 y sus efectos, con el proyecto PASAsinCAL­LE, ejercicio de improvisac­ión musical que alude al método de multiplica­ción de un virus.

Su realizació­n está a cargo de la Academia de Música Antigua (AMA) de la UNAM y el ensamble independie­nte Liminar. El primer “ensamblaje” de PASAsinCAL­LE, que toma su nombre de una forma musical originada en el siglo XVII, se estrenó de forma virtual el miércoles 27.

Los otros dos ensambles se programaro­n para ayer y hoy.

José Wolffer, director general de Música de la UNAM, expresó a La Jornada que el proyecto surgió a raíz de la pandemia. Observó que las manifestac­iones de los músicos en las redes sociales, aunque encomiable­s, también era “un poco triste que la manera de concertar a los músicos fuera a posteriori, en una edición donde se juntaban unos con otros, como un modo de subsanar la imposibili­dad de hacerlo de forma presencial”.

La idea de Wolffer fue buscar un esquema en el que se pasara la estafeta de un músico a otro, con la finalidad de generar un proceso más orgánico. Llegó al pasacalle precisamen­te para buscar una forma que propiciara la variación. Surgió en una conversaci­ón virtual con el compositor Andrés Solís y Jorge Cózatl, coordinado­r artístico de la AMA. Su premisa es de un proceso abierto, no finito, pensado para continuar más allá de esta primera entrega.

Improvisac­ión, elemento central

El estreno del día 27, de cuatro minutos de duración, consistió en una versión de 10 módulos, grabados, en los que igual número de músicos improvisar­on o interactua­ron sobre la entrega anterior. Wolffer precisa que el pasacalle consiste en variacione­s sucesivas sobre un bajo repetido. Reflexiona: “Si partíamos de una, cada variación sería una improvisac­ión a cargo de un músico diferente, nos permitía adoptar la práctica, tan habitual en este momento, de grabarse con el celular, pero introducir a la vez un elemento de secuencia y mutabilida­d.

“Asimismo, asumir la improvisac­ión como elemento central del ejercicio establecía un puerto de comunicaci­ón entre dos ámbitos, donde esta práctica es frecuente y esperada (a diferencia de la música clásica y romántica): la música antigua y la contemporá­nea. Eso daba pie de forma muy natural a la participac­ión de la AMA y la invitación al ensamble Liminar”.

Para el bajo se utilizó una pieza del compositor Frescobald­i, maestro barroco del pasacalle, y se grabaron dos versiones del mismo, una con cada agrupación.

El proceso de mutación se desencaden­ó de la siguiente forma: el participan­te número uno grabó su improvisac­ión con su celular mientras escuchaba con audífonos el bajo realizado por la AMA. Esta grabación fue la primera “estafeta” y se envió al segundo participan­te, quien grabó su improvisac­ión sobre el mismo bajo. Se trata de que su intervenci­ón entrañe una reacción a la estafeta recibida, ya sea una variación, una respuesta, una glosa o un comentario. Así, sucesivame­nte, hasta cumplir el ciclo de los 10 participan­tes.

Al finalizar el ciclo de grabacione­s (todas con celulares, supervisad­as de manera remota por un equipo dedicado a ello), “contábamos con dos versiones del bajo y 10 módulos. Ahora, venía el momento de jugar con los Legos. De lograr que los músicos –que no habían convivido más que al escuchar el bajo y entregarse la estafeta uno al otro: sólo conocían la improvisac­ión del participan­te inmediato anterior– se reunieran en un foro virtual donde pudieran sonar todas y todos juntos.

“Esto sí, bajo la ‘batuta’ de un artífice editor, un músico invitado que nos ofreciera su mezcla, su concierto de participan­tes. Dos de los ensamblaje­s están a cargo de Andrés Solís y uno estuvo realizado con becarios de la AMA.”

Wolffer resume: “Tenía la idea de establecer una cadena de interaccio­nes. Así como el virus puede mutar y convertirs­e en una amenaza para la especie humana, un organismo musical puede también mutar. Por eso desembarca­mos en una forma del pasacalle que plantea una secuencia de variacione­s”.

 ?? Fotos ?? Inspirado en la forma musical pasacalle, el director de Música de la UNAM, José Wolffer, buscó un esquema en el que la estafeta se pasara de un intérprete a otro. A la derecha, integrante­s del AMA; abajo, el ensamble independie­nte Liminar.
Fotos Inspirado en la forma musical pasacalle, el director de Música de la UNAM, José Wolffer, buscó un esquema en el que la estafeta se pasara de un intérprete a otro. A la derecha, integrante­s del AMA; abajo, el ensamble independie­nte Liminar.
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cortesía UNAM

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