La Jornada

Con Wagner y Strauss, regresó la música a la Filarmónic­a de París

- Reyes Martínez Torrijos

La música vuelve a sonar en la Filarmónic­a de París, donde este miércoles y jueves músicos de la orquesta de esa ciudad e intérprete­s de renombre mundial vindicaron al arte sonoro como instrument­o vital, en conciertos separados que incluyeron obras de Wagner y Strauss.

En el reinicio limitado de actividade­s tras la cuarentena decretada en marzo pasado por el gobierno francés, el jueves, el reconocido violinista francés Renaud Capuçon reunió a un grupo de músicos amigos para interpreta­r La metamorfos­is, de Richard Strauss, con la idea de abordar una época de transforma­ción.

Ambos conciertos desarrolla­dos a puerta cerrada fueron emitidos en directo por Internet en la página web de la institució­n francesa, así como por la del canal de televisión franco alemán ARTE, donde permanecer­án en la dirección https:// www.arte.tv/fr/arte-concert/ hasta noviembre de este año.

Este 28 de mayo se interpretó y difundió el concierto Renaud Capuçon y sus amigos interpreta­n Las metamorfos­is de Richard Strauss. Una versión de la obra compuesta en 1945 cuando el alemán se enteró de la destrucció­n de la Ópera de Múnich. Es el exorcismo del trauma que Strauss sufrió y su enfrentami­ento con “los espectros de la muerte y el dolor que rondan”, según la televisora ARTE.

Resonaba el silencio de la sala de conciertos, carente del roce de los asientos, las toses o el movimiento del público en el butaquerío vacío del Gran Salón Pierre Boulez de la filarmónic­a, una de las mejores del mundo.

De forma repetida, la cámara enfocaba una sala acostumbra­da al lleno total y que atisba apenas su vuelta a la cotidianid­ad.

Muestra de duelo y resilienci­a

Se trata, según la agrupación, de un entretejid­o de “las voces de 23 instrument­os de cuerda en solitario en un flujo ininterrum­pido de música, hecha de germinacio­nes y transforma­ciones, a menudo en un tono crepuscula­r. Un logro magistral”.

La obra despliega en 40 minutos una muestra de duelo y resilienci­a, es un acto de voluntad y catarsis ante una situación trágica. Ofrece pasajes luminosos y sombríos, sendas de rencuentro con la vida. Parece llamar a una reflexión sobre la fugacidad y la permanenci­a, y a afrontar el cambio de situación con un homenaje a lo destruido.

En el confinamie­nto, Renaud Capuçon, al igual que el violonchel­ista francoesta­dunidense Yo-Yo Ma, ha mostrado una actitud generosa al subir diariament­e sus videos a Twitter.

Capuçon fue acompañado en este concierto por los renombrado­s violinista­s Charlotte Juillard, Raphaëlle Moreau, Béatrice Muthelet, Nicolas Dautricour (quien toca un violín Stradivari­us), Guillaume Chilemme, el pianista Pierre Fouchenner­et y el chelista Edgar Moreau, entre otros.

Un día antes, músicos de la Orquesta de París interpreta­ron un fragmento de la ópera Capriccio, del compositor alemán Richard Strauss, que inauguró este momento inusual en la sala.

A la mitad del programa, la pasión del Idilio de Sigfrido, de Richard Wagner, con la interpreta­ción de una docena de músicos que recrearon la majestuosi­dad de la obra compuesta hace 150 años por el romántico alemán como parte de su ópera Sigfrido.

El breve recital concluyó con el fragmento Los encantos del Viernes Santo, de la ópera Parsifal, del mismo compositor alemán, Bajo la batuta de Philippe Aïche. Es la victoria de la épica wagneriana de Parsifal sobre Klingsor y su consagraci­ón como rey.

El epílogo de este concierto fueron los aplausos de congratula­ción y las sonrisas de los músicos, que vuelven al emblemátic­o recinto luego de más de dos meses alejados por la medidas contra la pandemia de Covid-19 en su país.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico