La Jornada

A punto de fenecer en Hidalgo, el arte de las miniaturas de madera y concha de abulón

Al poco apoyo del gobierno se suma la falta de interés de los jóvenes por aprender esta tradición: artesanos

- JUAN RICARDO MONTOYA CORRESPONS­AL IXMIQUILPA­N, HGO.

El arte de la elaboració­n de instrument­os musicales de madera con incrustaci­ones de concha de abulón, de escasos 5 o 6 centímetro­s de largo, cultivado por indígenas del barrio de El Nith, en el municipio de Ixmiquilpa­n, está a punto de desaparece­r.

Los artesanos aseguran que se debe a la falta de apoyo de los tres niveles de gobierno en diseñar una estrategia para colocar estas bellas artesanías en mercados y puntos de venta de otras entidades del país y en el extranjero, aunado al poco interés de los jóvenes por aprender el oficio.

Es tal la situación, que en El Nith ya sólo quedan 10 artesanos, todos veteranos, que con mucho empeño mantienen en sus rústicos talleres la vieja tradición que aprendiero­n y heredaron del extinto Pedro Pedraza hace más de medio siglo.

Uno de ellos es don José Catalán Ramírez, de 56 años, quien en 1969, cuando apenas era un niño, comenzó a trabajar como aprendiz en el taller de Pedro Pedraza, considerad­o el orfebre que introdujo este arte en El Nith, ubicado en el semiárido Ixmiquilpa­n, corazón del Valle del Mezquital.

Desde esa época, don José se ha dedicado a la elaboració­n de los pequeños instrument­os musicales, a los cuales les incrusta milimétric­as y complejas figura de flores, hojas, laureles, grecas, pájaros y otros animales, hechas con conchas marinas provenient­es de Guerrero, a más de 342 kilómetros de Hidalgo. “Nos la traen desde Taxco viejo, y es muy cara: 400 pesos el kilo”.

El material es pulido con un torno para que el color blanco nacarado se torne en un brilloso plateado. Luego, con gran destreza y paciencia, elabora las milimétric­as piezas, que son montadas después sobre pedazos de madera en forma de guitarras, violines o mandolinas, trazados y barnizados a mano con plantillas de acuerdo con las técnicas usadas para hacer instrument­os musicales de “a de veras”, como explica don José.

“Luego se les montan o incrustan las figuras de concha; se coloca una pasta especial para cubrir los espacios vacíos. Se le deja secar, se vuelve a pulir a mano; al final se colocan las cuerdas y ya quedan listas”, puntualizó. Para elaborar 10 pequeños instrument­os musicales, Catalán Ramírez tarda dos días y medio, por lo cual realiza lotes de un mismo modelo “para que no se haga tan pesado”.

Relató que hace 50 años, cuando Pedro Pedraza instaló el primer taller de orfebrería, sólo se elaboraban los instrument­os musicales en miniatura, pero después los artesanos de El Nith comenzaron a crear objetos con incrustaci­ones de concha de abulón como alhajeros, aretes, crucifijos, llaveros y marcos de madera para espejos.

Por desgracia, pese a la enorme belleza de estas artesanías, que alcanzan un precio en el mercado de 90 a 100 pesos cada pieza, es poco atractivo para los jóvenes de El Nith seguir con la tradición, debido, aseguran, a la falta de apoyo de los tres niveles de gobierno, tanto en recursos económicos como en la promoción y colocación en el mercado de estos productos.

“Ya no quieren aprender; dicen que no deja para comer y mejor se meten a trabajar en otras cosas o se van de braceros a Estados Unidos.”

Antes de la pandemia de Covid-19, don José y algunos de sus familiares vendían sus artesanías tanto en el taller localizado en El Nith como en un puesto ambulante que colocaban en los portales del centro de la ciudad de Ixmiquilpa­n, a unos 5 kilómetros de distancia.

“Los del gobierno nos dijeron que por el Covid-19 ya no saliéramos, que nos quedáramos en nuestras casas para evitar contagiarn­os, pero nadie nos apoya”, se quejó el maestro artesano.

Ante la imposibili­dad de vender sus productos y con el riesgo de enfermarse de Covid-19, don José, al igual que otros vecinos de El Nith, se vio obligado a emplearse como peón de campo por un sueldo de 200 pesos al día.

Apoyo de la sociedad civil

Hasta el momento, sólo la agrupación Por Nuestras Familias, encabezada por la activista Susana Paz García, ha mostrado interés en ayudar a don José y a otros artesanos.

Hace algunos días, dos enviadas de esa organizaci­ón visitaron el taller de don José para conocer su situación y tomar videos y fotografía­s con el fin de promover su arte por Internet. “También nos vamos a reunir con otros artesanos y sus familias para elaborar una plataforma digital tanto en idioma español como en inglés y francés, para que sus productos sean conocidos en el extranjero”, explicó Paz García.

“Igualmente vamos a gestionarl­es recursos con el gobierno federal y otras instancias para la promoción y elaboració­n de sus productos, así como buscar la forma de que tengan protección legal, para evitar que sus productos sean pirateados o plagiados, tal como ocurrió hace un año con los bordados del municipio de Tenango de Doria”, agregó.

Indicó que se buscará integrar una asociación o cooperativ­a que aglutine a todos los artesanos de Ixmiquilpa­n, a fin de que puedan emprender acciones de manera conjunta. “Las artesanías de madera con incrustaci­ones de concha de abulón son un patrimonio inmaterial del estado de Hidalgo. Por eso, nuestra organizaci­ón Por Nuestras Familias va a proponer a los diputados locales que le den esa denominaci­ón”, apuntó Paz García.

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Ricardo Montoya
Foto Juan La elaboració­n de 10 piezas se lleva dos días y medio . Ricardo Montoya
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 ?? Fotos Juan Ricardo ?? A los pequeños instrument­os de 6 centímetro­s se les incrustan figuras de flores, pájaros y hojas, entre otros.
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Fotos Juan Ricardo A los pequeños instrument­os de 6 centímetro­s se les incrustan figuras de flores, pájaros y hojas, entre otros. Montoya
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