La Jornada

Giovanni López

- GLORIA MUÑOZ RAMÍREZ

EL ASESINATO DE Giovanni López, albañil de 30 años, a manos de la policía de Ixtlahuacá­n de los Membrillos, del área conurbada de Guadalajar­a, Jalisco, no es un hecho aislado. Ocurre en pandemia, y el motivo lo hace más grave, pues Christian, hermano de Giovanni, narra que sólo por no llevar cubrebocas fue detenido y golpeado hasta la muerte, desnudando así la arbitrarie­dad y violencia institucio­nal que reinan en Jalisco, gobernado por Enrique Alfaro (MC), envuelto en diversos escándalos de corrupción.

“SI LO MATAN ya sabemos”, se escucha decir a Christian mientras la policía le arrebata a su hermano, con quien minutos antes se encontraba sentado en la banqueta afuera de su domicilio a punto de irse a cenar. “¿Me lo vas a entregar vivo o muerto?”, preguntó por teléfono al presidente municipal de Ixtlahuacá­n, Eduardo Cervantes Aguilar, que también tiene denuncias por violencia y arbitrarie­dad. Y éste respondió que al día siguiente fueran por él a las 10 de la mañana, pero encontraro­n su cuerpo sin vida en el hospital civil. Pelearon para que se los dejaran ver y por eso su tía descubrió los golpes y el tiro en la pierna. Después, denuncia Christian, la familia entera fue amenazada por el alcalde para que no hablaran ni difundiera­n el video. Un mes más tarde, sin investigac­ión oficial de por medio, decidieron darlo a conocer. Pero tuvieron que huir de su casa de la colonia Los Olivos, pues están amenazados de muerte.

LA NOTICIA SE disparó en México en medio de las protestas en Estados Unidos por el asesinato, también a manos de la policía, del afroameric­ano George Floyd, por lo que la reacción de la sociedad es de absoluto repudio al aparato policiaco y al gobierno del estado. El 5 de junio, a un mes exacto de que les entregaron el cuerpo, cientos de personas, en su mayoría jóvenes, se enfrentaro­n con la policía en las inmediacio­nes del palacio de gobierno en Guadalajar­a. Un video registra lo que ocurre dentro del inmueble, donde los elementos de seguridad se disponen a repeler a los manifestan­tes. “¡Los vamos a matar!”, se escucha decir a los policías del gobierno de Alfaro. Y empieza la cacería.

AL DÍA SIGUIENTE, los actos de repudio llegan a la Ciudad de México, donde se movilizan frente a la embajada de Estados Unidos por el asesinato de Floyd y después en la representa­ción del gobierno de Jalisco, en la colonia Polanco, por la muerte de Giovanni. Miles de policías repelen la manifestac­ión. Pero ellos y cualquier uniformado representa­n ahora al enemigo de los jóvenes que están en las calles. No los contienen. Los provocan.

Losylasdea­bajo@yahoo.com.mx desinforme­monos.org

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico