Doble vía opositora
Después de dos años de tanteos y rounds de sombra, la oposición al gobierno consolida su doble ruta. Tienen, por ahí en su trastienda, otros caminos que pueden ensayar al mismo tiempo. Pero la doble vía es la preferida. La primera se fincó en la difusión con ataques continuos y finiseculares. La otra se leva a cabo con el uso y desuso del aparato de justicia.
Ambas han llegado a su madurez por estos días de intenso desgaste electoral. Bien puede argumentarse que esta cerrada lucha de poder ensombrece el actual ambiente general de la República.
Tanto el oficialismo respondón y activo como los aguerridos opositores se han acuerpado en sus respectivas trincheras. Y, desde ese fondo, no cejan en sus intentos: