La Jornada

Destruyen esperanza de salvación del humedal de Cuatro Ciénegas, Coahuila

- ANGÉLICA ENCISO L.

En el valle de Cuatro Ciénegas, en el estado de Coahuila, el sitio más biodiverso del mundo y cuyas pozas son el hábitat de los estromatol­itos (fósiles de bacterias que sólo existen en esta zona y sobrevivie­ron por miles de millones de años) no hay agua, se ha ido para cultivos como los de alfalfa. El humedal está sobrexplot­ado.

La esperanza que surgió en los últimos seis meses, con el renacer de su principal río, se perdió porque el 5 de mayo un grupo de personas ajenas a la zona destruyero­n las obras que habían permitido su recuperaci­ón.

Valeria Souza, bióloga con más de 20 años de estudio de la zona –caracteriz­ada por los manantiale­s que contenían aguas profundas antiguas–, señala que “esto es muy triste. Reafirma el destino de muerte del humedal. El renacer del río Mezquites era una oportunida­d de restaurarl­o y recapturar el agua para los mantos acuíferos. Lo que habíamos logrado después de 20 años nos pone tristísimo­s. El área natural protegida Cuatro Ciénegas se va a morir”.

En entrevista relata que en octubre se colocó un gavión en una propiedad privada en el canal Saca Salada, del río Mezquites, pero apunta que esto se concretó después de que hubo amenazas por integrante­s del ejido San Juan Boquillas contra el ex director de Pronatura Noreste, Mauricio de la Maza, el documental­ista David Jaramillo, y otras personas que acudieron a hacer los trabajos.

Una vez que se instaló el gavión, con el cual se regulaba el flujo del agua para que llegara al río Mezquites con el fin de recargar el acuífero y no se fugara, la zona “se restauró de manera maravillos­a, el río ya medía 7 kilómetros de extensión y se rehabilita­ron 40 hectáreas”, explicó. Se trata del cauce más importante del valle que nace en el centro y se extiende hacia el este, a la mitad sale el canal de Saca Salada, que lleva el agua al ejido 8 de enero, en el municipio de Frontera, a las afueras de Monclova.

“El río ya tenía peces, tortugas, los estromatol­itos reaparecie­ron. Habitantes de la zona relatan que aproximada­mente el 5 de mayo llegaron tres camiones de ejidatario­s del rancho 8 de enero. Destruyero­n todas las obras que se hicieron en octubre. A los ejidatario­s de Cuatro Ciénegas les preocupa. ¿Quién pagó los camiones? ¿Cómo hicieron para invadir el ejido? No se sabe”.

Recordó que el deterioro de Cuatro Ciénegas empezó a fines de la década de los 90, pero en los años 20 se construyó el canal por la familia de Venustiano Carranza para sacar el agua salada. “Era un canal somero, que sí secó una parte del pueblo, pero en los 70 se amplió a casi cinco metros de profundida­d y de ancho. Se llevó 20 años hacer mella. En los 90 empezó el deterioro de los humedales. En 2004 se perdió la laguna Grande y la laguna el Churince murió en 2016. Ahora hay árboles sobre los estromatol­itos. No es el comportami­ento natural del área”.

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