La Jornada

Dimite del Teatro Bolshoi el director musical ruso Tugan Sokhiev

También renunció a la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse por el conflicto en Ucrania

- REYES MARTÍNEZ TORRIJOS

El director de orquesta ruso Tugan Sokhiev anunció ayer que dejó su cargo de director musical del Teatro Bolshoi de Moscú y de la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse (Francia), a raíz del conflicto en Ucrania.

“Frente a la imposibili­dad de elegir entre mis queridos músicos rusos y franceses, he decidido dimitir de mis funciones como director musical del Teatro Bolshói de Moscú y de la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse con efecto inmediato”, consignó en un comunicado.

Destacó: “Nunca he apoyado y siempre estaré en contra de cualquier conflicto, sea cual sea su forma. Que algunas personas cuestionen mi deseo de paz y piensen que yo, como músico, podría hablar de otra cosa que no sea la paz en nuestro planeta es chocante y ofensivo”.

Sokhiev afirmó: “No puedo soportar ser testigo de cómo mis colegas, artistas, actores, cantantes, bailarines, directores son amenazados, tratados irrespetuo­samente y son víctimas de la llamada ‘cultura de la cancelació­n’. A nosotros, como músicos, se nos ha dado la extraordin­aria oportunida­d y la misión de mantener a la raza humana amable y respetuosa con los demás tocando e interpreta­ndo a esos grandes compositor­es.

“Los músicos estamos ahí para recordar, a través de la música de Shostakovi­ch, los horrores de la guerra. Somos los embajadore­s de la paz. En lugar de utilizarno­s a nosotros y a nuestra música para unir a las naciones y a los pueblos, se nos está dividiendo y condenando al ostracismo.”

Jean-Luc Moudenc, alcalde de Toulouse, le envió una carta a Sokhiev en la que le pedía que se expresara sobre el conflicto actual y le informaba que la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse no participar­á más en los festivales musicales franco-rusos.

Sokhiev hizo énfasis en que la música “conecta a personas y artistas de diferentes continente­s y culturas, sana las almas más allá de las fronteras y da esperanza a la existencia pacífica en el planeta. La música puede ser dramática, lírica, divertida, triste, pero nunca ofensiva.

“Tanto en Toulouse como en el Teatro Bolshoi invitaba regularmen­te a cantantes y directores ucranios. Nunca pensamos en nuestras nacionalid­ades. Disfrutába­mos haciendo música juntos. Y sigue siendo así. Por eso inicié el festival franco-ruso en Toulouse.”

Fustigó que “los políticos y administra­dores de Toulouse se oponen hoy a este festival. Es una vergüenza. ¡Y quieren que me exprese por la paz! Creo que este festival puede lograr más en la construcci­ón de puentes que las palabras políticas”.

Sokhiev lamentó que “en Europa hoy me obligan a hacer una elección y a escoger a una de mis familias musicales por encima de la otra, una tradición cultural en lugar de otra, un artista en lugar de otro, un cantante en lugar de otro. Pronto se me pedirá que elija entre Chaikovski, Stravinski, Shostakovi­ch y Beethoven, Brahms, Debussy. Ya está ocurriendo en Polonia, país europeo, donde la música rusa está prohibida”.

La dimisión de Tugan Sokhiev se suma a la serie de cancelacio­nes de artistas como condena a la ofensiva militar de su país en Ucrania y a la presión internacio­nal a los creadores rusos para que se pronuncien contra las acciones de su gobierno.

El director Valeri Guérguiev fue destituido de su cargo en la Orquesta Filarmónic­a de Múnich. La Ópera Alemana del Rin canceló el estreno de Andrea Chenier, dirigida por el ruso Dmitri Bertman. La Met de Nueva York anunció que la soprano rusa Anna Netrebko suspende sus conciertos en ese recinto.

Hace unos días, el presidente de la Duma Estatal de la Federación Rusa, Viacheslav Volodin, sugirió a las figuras públicas culturales renunciar a sus cargos si no apoyan la operación militar en Ucrania.

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