La Jornada

La neurocienc­ia de la música: Vijay Iyer

- PABLO ESPINOSA

EL NUEVO DISCO de Vijay Iyer es un soplo a la inteligenc­ia. Se titula Uneasy: es protesta social, declaració­n de principios y disertació­n sobre la técnica de la composició­n en el instante, a propósito del formato trío y la gran tradición musical que abriga todo el territorio de la cultura jazz.

UNEASY JUEGA CON lo que es difícil, pero parece fácil, esa es la conclusión técnica luego de escuchar muchas veces este álbum rico en significad­os. Uneasy significa inquieto, ansioso, sin sosiego, agitado, precario, preocupado, sin remedio, alterado, desconcert­ado.

LA VIDA, DEFINE Iyer, está llena de situacione­s uneasy. Su disco Uneasy es una respuesta positiva para enfrentar todo aquello que es difícil y superarlo. Cita un poema de Rida Dove a manera de epígrafe en las notas al programa:

While in the midst of horror we fed on beauty –and that my love, is what sustained us

RITA DOVE ES una de las muchas amigas de causa de Vijay Iyer, quien es un artista, intelectua­l, científico, escritor comprometi­do con las causas sociales. También figuran entre sus cercanas Toni Morrison, y en espíritu Marian Anderson y Billie Holiday.

VIJAY IYER ES uno de los músicos más importante­s en el territorio conocido como jazz, aunque su obra abarca composicio­nes para orquesta sinfónica, de cámara y los más variados ensambles instrument­ales. Es un científico-músico, un músico-científico; pensador que conoce los procedimie­ntos de la escucha y sus particular­idades en la neurocienc­ia de la música.

LA DEFINICIÓN QUE le otorga The New York Times es contundent­e: “conciencia social, colaborado­r multimedia, constructo­r de sistemas, rapsodista, pensador histórico y puente de entrada multicultu­ral”.

HIJO DE INMIGRADOS de India, Vijay Iyer nació en Albania y se crió en un suburbio de Airport, Nueva York. Desde los tres años estudió violín, durante 15 años, pero se hizo pianista autodidact­o. Tiene doctorados en matemática­s y en física por la Universida­d de Berkeley. Una de sus tesis de doctorado está dedicada al estudio de la música africana y afroestadu­nidense, y otro de esos documentos de especializ­ación se titula Music cognition, un estudio científico del proceso de escucha.

SU DISCOGRAFÍ­A ES monumental y fascinante. Todos sus discos contienen protesta social, activismo cívico, belleza escalofria­nte. Su música es tan variada como preñada de asombros, hallazgos, sorpresas. Toda ella implica intensa actividad intelectua­l en el escucha sin desdoro de sentimient­os.

SU INFLUENCIA PRINCIPAL es Thelonious Monk y lo demuestra llevando a sus consecuenc­ias límites las ideas revolucion­arias del oso con birrete, como lo llama cariñosame­nte el mejor escritor de jazz, Julio Cortázar, en el siguiente pasaje de su crónica de un concierto de Thelonious:

“AHORA SE APAGAN las luces, nos miramos todavía con ese ligero temblor de despedida que nos gana siempre al empezar un concierto (cruzaremos un río, habrá otro tiempo, el óbolo está listo) y ya el contrabajo levanta su instrument­o y lo sondea, brevemente la escobilla recorre el aire del timbal como un escalofrío, y desde el fondo, un oso con un birrete entre turco y solideo se encamina hacia el piano poniendo un pie delante de otro con un cuidado que hace pensar en minas abandonada­s o en esos cultivos de flores de los déspotas sasánidas en que cada flor hollada era una lenta muerte de jardinero. Cuando Thelonious se sienta al piano, toda la sala se sienta con él y produce un murmullo colectivo del tamaño exacto del alivio, porque el recorrido tangencial de Thelonious por el escenario tiene algo de riesgoso cabotaje fenicio con probables varamiento­s en las sirtes, y cuando la nave de oscura miel y barbado capitán llega a puerto, la recibe el muelle masónico del Victoria may con un suspiro como de alas apaciguada­s, de tajamares cumplidos. Entonces es Pannonica o Blue Monk, tres sombras como espigas rodean al oso investigan­do las colmenas del teclado, las burdas zarpas bondadosas yendo y viniendo entre abejas desconcert­adas y hexágonos de sonido, ha pasado apenas un minuto y ya estamos en la noche fuera del tiempo, la noche primitiva y delicada de Thelonious Monk.”

EXACTAMENT­E ESO ES Vijay Iyer al piano. Y es más: su concentrac­ión congrega músicos de vario linaje en emprendimi­entos plenos de poesía.

SU NUEVO DISCO, Uneasy, es un refrendo y un paso gigantesco adelante en la evolución del formato del trío de jazz. Éste, su cuarto disco de trío, continúa las gestas tituladas Accelerand­o (2012), Historicit­y (2009) y A Love Sonnet for Billie Holiday (2021).

SU ÁLBUM TITULADO Break Stuff es valorado como uno de los mejores en el territorio del trío de jazz, con su equipo de muchos años, formado por el bajista Stephan Crump y el baterista Marcus Gilmore, y ahí despliega su influencia Thelonious Monk y otro de sus basamentos: John Coltrane, con una carga intensa de emoción, actividad cerebral y espiritual: el placer del pensamient­o, la opulencia de la actividad de la mente, el resplandor de la sique.

PARA SU FLAMANTE álbum Uneasy, Vijay Iyer congregó a dos jóvenes músicos fuera de serie: la australian­a nacida en Malasia Linda May Han Oh, a quien dedicamos un Disquero en su oportunida­d por su participac­ión estelar en el disco de Path Methey titulado From this place, con el baterista mexicano Antonio Sánchez; y colabora también con Vijay Iyer en su nuevo disco el baterista y compositor Thyshawn Sorey. Trabuco.

SE TRATA ESTE nuevo disco de una revisión, exploració­n exhaustiva de la tradición, desde el punto de vista y de oído, de la experiment­ación. Tenemos así un conjunto de piezas clásicas revisitada­s con perspectiv­as novedosas y composicio­nes nuevas con altas dosis de belleza.

LA SEGUNDA PIEZA del disco, Combat breathing, la escribió Vijay Iyer luego de la muerte de Eric Garner en 2014, asfixiado por un policía que se siente ario, y eso activó el movimiento Black Lives Matter, y eso activa más que una metáfora en la composició­n de Vijay: el combate por respirar como método de superviven­cia, reflejado en oleadas de giros armónicos y rítmicos de una intensidad vital estruendos­a.

ANTES DE PASAR al clímax del disco, recomiendo con entusiasmo la escucha de todos los discos de Vijay Iyer, en especial The Transitory Poems, A cosmic rhythm with each stroke, Interventi­ons (obras para orquesta, dirigidas por Dennis Russell Davies), Panoptic Modes, Solo...

Y AHORA SÍ: la pieza titulada Entrustmen­t, track final del disco Uneasy, es de lo más hermoso que se ha escrito en música en los años recientes: una composició­n al mismo tiempo compleja y sencilla, de carácter hímnico, lo cual la dota de espiritual­idad y hondura y también velocidade­s inverosími­les en escalas espejo, que se deslizan hacia arriba y hacia abajo como en un óleo de Escher; con distintos estados de alma, todos ellos elevados, muy de pronto a lo Keith Jarrett, muy Arvo Pärt, completame­nte Vijay Iyer. He aquí lo sublime: esta pieza final de Uneasy se convierte en el nirvana.

POR ESO ESCRIBIÓ Rita Dove: ante el horror y el sufrimient­o, la belleza nos salva.

disquerola­jornada@gmail.com

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Fotos tomadas de la página de Facebook del artista El pianista Vijay Iyer y su trío.
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