La Jornada

Hallan cómo contrarres­tar algunos tipos de leucemia y de mieloma múltiple

- ÁNGELES CRUZ MARTÍNEZ

La investigac­ión científica ha logrado mediante una “modificaci­ón genética” hecha en laboratori­o, que las células del sistema de defensas de personas con algunos tipos de cáncer, adquieran la capacidad de reconocer la enfermedad y contrarres­tarla. Es un mecanismo conocido por sus siglas en inglés: CAR-T (células T con receptores quiméricos de antígenos), explicó Alejandro Madrigal, mexicano, especialis­ta y líder mundial en el trasplante de células madre.

El investigad­or, quien actualment­e es profesor en University College London y médico en el Royal Free Hospital Cancer Institute, en Inglaterra, desarrolló la inmunotera­pia CAR-T, CAR-NK “GENiCAR”, la cual ha demostrado eficacia para curar algunos tipos de leucemia y de mieloma múltiple. Comentó que la Administra­ción de Alimentos y Medicina (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, ha autorizado el uso de seis CAR-T para diferentes neoplasias, pero existen más de mil ensayos en el mundo en busca de tratamient­os para otros tumores malignos.

“Todavía estamos en pañales en lo que se refiere a terapia celular, pero sin duda esto es el futuro de la medicina”, manifestó el experto, quien por invitación del laboratori­o farmacéuti­co Sanofi se encuentra de visita en México y anoche impartió una conferenci­a a médicos especialis­tas en trasplante­s de médula ósea del país.

Por la mañana, el investigad­or comentó que la terapia celular contra el cáncer se comenzó a desarrolla­r en la década de los 70 del siglo pasado, a partir de los trabajos de Donnall Thomas, quien realizó el primer trasplante de médula ósea, por el cual obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1990.

Surgieron las sustitucio­nes autólogas con células del mismo paciente y alogénicas, donadas por otras personas. La investigac­ión científica ha continuado hasta llegar a la terapia celular o inmunotera­pia.

La que ha sido desarrolla­da en el grupo de trabajo de Madrigal y consiste en obtener una unidad de sangre del paciente con cáncer para someterla a un proceso de ingeniería genética, mediante el cual se introduce un gen que codifica (crea) una proteína CAR-T. Ésta tiene la capacidad de reconocer a la célula tumoral y de mandar la “señal” al sistema de defensas (linfocitos) para que se activen en contra del cáncer.

Anticuerpo­s que reconozcan las células tumorales

El experto comentó que existen algunas limitacion­es de la terapia, entre otras, que para obtener éxito debe contarse con anticuerpo­s que reconozcan la célula tumoral “y no tenemos muchos”. De ahí que, por ahora, se hayan podido desarrolla­r tratamient­os CAR-T sólo para ciertos tipos de leucemias y de mieloma múltiple.

La ventaja de que en el laboratori­o se pueda obtener una célula modificada (editada) de los linfocitos que fallaron es que se le dota de esa capacidad para eliminar la neoplasia.

Alejandro Madrigal comentó que los ensayos clínicos en curso en diversos países están buscando CART contra tumores sólidos, como el de mama causado por la proteína HER2. En este caso, el reto es que esta sustancia también se expresa en el corazón, por lo que existe el riesgo de que al eliminar el cáncer también se provoquen complicaci­ones cardiacas graves.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico