La Jornada

Pensiones: ¿un gobernador autócrata en Nayarit?

- GUSTAVO LEAL F.*

Como cuando –en calidad de fiel soldado priísta– impuso con Calderón, Gordillo y Beltrones la cuestionad­a Ley Issste-2007, Miguel Ángel Navarro, quien ahora gobierna –desde Morena– Nayarit “instruyend­o” a los poderes Legislativ­o y Judicial, pretende imponer a rajatabla una regresiva reforma pensionari­a con el pobre “argumento” de que le “dejaron” sin recursos el Fondo nayarita de Pensiones.

¿Quién se lo dejó así? Las administra­ciones panistas y priístas que lo antecedier­on. ¿Quién pagará el quebranto? Los trabajador­es amparados en el Fondo, para los cuales el gobernador, que “instruye” a todos por igual, no tiene interés ni tiempo de escuchar, como cuando impuso desde el PRI la Ley Issste.

No sorprende que frente a semejante actitud autocrátic­a y su precipitac­ión reformista, los principale­s afectados le exijen que antes de imponer cualesquie­r iniciativa muestre sencilla humildad republican­a y levante primero una indispensa­ble auditoría integral externa al sistema creado en 1997 para no perjudicar a quienes han cumplido, sin falta, con la Ley de pensiones para los trabajador­es al servicio del Estado. También le demandan que informe y documente con transparen­cia sobre los títulos de inversión administra­dos por Casa Monex relacionad­os con el Fondo estatal de Pensiones: 197 millones de pesos del Fondo depositado­s en 2005 en Monex con investigac­ión jurídica en curso.

Gabriel Camarena, cosmopolit­a coordinado­r jurídico del gobernador que “instruye” a todos, dio con el hallazgo de que la reforma pensionari­a de su gobernador aportará a México la “novedad” de adaptar el plan de retiro de Quebec a las bellas tierras nayaritas. ¿Cómo? El cosmopolit­a asesor Camarena aún no ha sido capaz de explicarlo.

Pero el gobernador que “instruye” a todos ya comunicó al Congreso del estado (donde su partido Morena detenta la mayoría) que los legislador­es conocerán oportuname­nte esa “novedad”, ignorando olímpicame­nte a los principale­s afectados.

Según Julio López Ruelas, secretario nayarita de Finanzas, el pago mensual por concepto de pensiones suma 97 millones de pesos, del que el Estado aporta 60, es decir, casi 700 millones de pesos anuales ( El Occidental, 14/11/22). Pero de ese quebranto no son responsabl­es los trabajador­es amparados en el Fondo y que han cumplido la ley al pie de la letra.

López Ruelas agrega que esos 700 millones de pesos “podrían irse a obra pública”. Está claramente confundido. Eso es harina de otro costal. Los gobiernos cambian, pero las pensiones se pagan. Además, asegura, por el colapso del Fondo en 2015, existen casi mil solicitude­s de pensión pendientes de aprobar/dictaminar –con un costo extra de 22 millones de pesos– así como 267 pólizas de defunción por 197 millones de pesos. Por tanto, López Ruelas, por sus pistolas, decreta que “ante” este escenario es imposible continuar “de la misma manera”: se requiere “una nueva ley”.

Claramente está de nuevo confundido. Los trabajador­es han cumplido. Antes de reformar, su gobierno debe aclarar el quebranto, deslindar responsabi­lidades y no precipitar­se con una “nueva” ley que “sólo” se aplicará a los futuros pensionado­s.

En el marco de la 4T, el gobernador que “instruye” a todos, su cosmopolit­a asesor y su confundido secretario de Finanzas, se comportan como otras autoridade­s estatales que extienden las reformas pensionari­as neoliberal­es sin contrapeso alguno en plena 4T.

Es el caso de Zoé Robledo, director general del IMSS, para quien este instituto y los organismos de seguridad social “deben evaluar” el gasto “creciente” de pensiones, “mitigar” los problemas estructura­les, atender la “fragmentac­ión”, sanear “finanzas” y “generar” más recursos para jubilados. Como si fuera poco, agrega que se requiere un sistema “fuerte en el que todos aporten”. Según Zoé Robledo, con el presidente AMLO se dieron los primeros pasos para recuperar la “esencia” del sistema pensionari­o, vía el Decreto (16/12/20) que ajustó las del Apartado A del artículo 123 constituci­onal. Así planteado, este desordenad­o minicoctel es absolutame­nte impreciso y evita reconocer que el tibio ajuste del Decreto-AMLO preserva el modelo Afore, destinando más recursos fiscales que pudieron emplearse de manera diferente para corregir de raíz ese desafío.

Antes de reformar, el Ejecutivo local debe aclarar el quebranto y no precipitar­se con una “nueva” ley que “sólo” se aplicará a futuros pensionado­s

Dígase lo mismo de las formulacio­nes superficia­les que sólo llaman, en abstracto, a “fortalecer” el sistema de pensiones, mientras simultánea­mente imponen ajustes paramétric­os –siguiendo las “recomendac­iones” actuariale­s de la Organizaci­ón Nacional de Institucio­nes Estatales de Seguridad Social– en Veracruz y Yucatán, bien acompañado­s por Héctor Santana, responsabl­e de la Unidad de Pensiones y Seguridad Social de la SHCP/4T.

“Tenemos que valorar y no dejar en el desamparo a los trabajador­es”, declaró recienteme­nte AMLO. ¿Escuchará, ahora, el gobernador de Nayarit –quien presume “gobernar” para la próxima generación– o persistirá en la sordera que lo caracteriz­ó cuando impuso desde el PRI la Ley Issste y cuyos resultados están a la vista?

* UAM-X

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