Destaca la muestra de entusiasmo y no de voluntades forzadas
Después de caminar seis horas y escuchar el discurso de López Obrador, quienes participamos en tantas protestas y acciones colectivas empujados por la indignación, la necesidad de organizarnos para hacer visibles los problemas y la defensa de nuestros derechos, coincidimos en que las marchas nutren al movimiento social, refuerzan la conciencia y fortalecen la lucha contra los opresores y el cambio de régimen.
Observamos entusiasmo y no voluntades forzadas, y ante el cansancio, la asoleada y en algunas personas hasta el hambre y el desvelo, no había sino caras alegres y ganas de mostrar que somos mucho más, que venimos de todos lados, que vamos y apoyamos y sí, estábamos contentas y contentos de ejercer nuestro derecho.
No cabe duda, la mayoría de la gente abraza los logros de la 4T.
Posdata para quienes afirman que hasta en las marchas “hay niveles”: ¿Importa el tamaño? ¿Al
guien querrá que suelten al tigre?