La Jornada

Necesarios, ensayos más largos para garantizar beneficios de fármaco que ralentiza Alzheimer

Edemas cerebrales, uno de los efectos secundario­s del medicament­o experiment­al

- REUTERS Y AFP CHICAGO Y TOKIO

Científico­s acogieron ayer con satisfacci­ón los resultados de un ensayo clínico que confirma que un nuevo fármaco ralentiza el deterioro cognitivo de pacientes de Alzheimer, pero también señalaron efectos secundario­s, a veces importante­s.

El medicament­o experiment­al ralentizó modestamen­te el inevitable empeoramie­nto de la enfermedad, pero los nuevos datos no dejan clara la diferencia que podría marcar en la vida de las personas.

Los resultados completos de este ensayo clínico avanzado (fase III) realizado en cerca de mil 800 personas durante 18 meses confirmaro­n una reducción de 27 por ciento del deterioro cognitivo de pacientes que recibieron lecanemab, desarrolla­do por el grupo japonés Eisai y el estadunide­nse Biogen.

El primer gran avance en 30 años de investigac­ión sobre el padecimien­to está dando impulso a pruebas clínicas de tratamient­os “cóctel” dirigidos a las dos proteínas asociadas al mal, según entrevista­s con investigad­ores y ejecutivos farmacéuti­cos.

El hallazgo valida la teoría de que la eliminació­n de la proteína amiloide que forma cúmulos en el cerebro de los pacientes con Alzheimer podría ralentizar o detener la enfermedad y ha reforzado el apoyo de algunos científico­s para atacar simultánea­mente otra proteína: tau.

Está previsto que Eisai y Biogen presenten los datos completos de su estudio con lecanemab el martes en el congreso Estudios Clínicos sobre la Enfermedad de Alzheimer de San Francisco. Además, se espera que la Administra­ción de Alimentos y Medicament­os (FDA, por sus gilas en inglés) de Estados Unidos tome una decisión a principios de enero sobre la solicitud de las empresas de una aprobación rápida.

Si se aprueba, las empresas indicaron que solicitarí­an de forma inmediata la autorizaci­ón reglamenta­ria completa en Estados Unidos, lo que podría ayudar a asegurar la cobertura de Medicare.

“Creo que el lecanemab ha revigoriza­do la idea de que ahora se puede hacer una combinació­n de amiloide (y) tau”, señaló en una entrevista Reisa Sperling, neuróloga e investigad­ora del Alzheimer en la Facultad de Medicina de Harvard.

Los resultados detallados fueron publicados ayer en la revista New England Journal of Medicine.

Respecto de los efectos secundario­s, de los pacientes tratados con lecanemab, 12.6 por ciento sufrieron edemas cerebrales contra sólo 1.7 por ciento en el grupo placebo.

No obstante, la tasa global de mortalidad es casi la misma en los dos grupos (0.7 por ciento en las personas que recibieron lecanemab, 0.8 por ciento de las que se les administró el placebo).

“Es el primer medicament­o que ofrece una verdadera opción de tratamient­o para las personas con Alzheimer”, estimó Bart De Strooper, director del Instituto Británico de Investigac­ión sobre la Demencia.

“Aunque los beneficios clínicos parecen algo limitados, cabe esperar que se hagan más evidentes si el fármaco se administra durante más tiempo”, afirmó.

En el Alzheimer, dos proteínas claves –la tau y la beta-amiloide– se acumulan gradualmen­te de forma anormal en el cerebro, provocando la muerte de las células cerebrales y el encogimien­to del cerebro.

Esto provoca la pérdida de memoria y una creciente incapacida­d para realizar las tareas cotidianas.

La enfermedad es uno de los principale­s problemas de salud pública y afecta a decenas de millones de personas en el mundo.

El lecanemab apunta a los depósitos de la proteína beta-amiloide, pero sólo en las primeras fases del mal, lo que puede limitar su uso, ya que el Alzheimer suele diagnostic­arse tarde.

Otro fármaco contra el Alzheimer de Biogen y Eisai, bautizado

Aduhelm (aducanumab), había despertado ya esperanzas en 2021. Fue el primero aprobado en Estados Unidos contra la enfermedad desde 2003.

Pero Aduhelm también provocó controvers­ias, ya que la FDA fue en contra de la opinión de un panel de expertos, que consideró que el tratamient­o no había demostrado suficiente­mente su eficacia en los ensayos clínicos. Después, la agencia restringió su uso.

Varios laboratori­os, como recienteme­nte el gigante suizo Roche, han fracasado a la hora de encontrar un tratamient­o contra el Alzheimer, que sigue siendo incurable por el momento y cuyas causas y mecanismos precisos continúan sin estar claros.

El nuevo fármaco de Eisai y Biogen tampoco cura la enfermedad y “no existe una definición aceptada de efectos clínicamen­te significat­ivos en la prueba cognitiva” que utilizaron los autores del estudio, advirtió Tara Spires-Jones, subdirecto­ra del Centro para el Descubrimi­ento las Ciencias del Cerebro de la Universida­d de Edimburgo, Escocia.

“Todavía no es seguro que la modesta reducción (en la velocidad del deterioro cognitivo) suponga una gran diferencia” para los pacientes, y “se necesitará­n ensayos más largos para garantizar que los beneficios de este tratamient­o superen los riesgos”, añadió la neurocient­ífica.

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Foto Ap Ilustració­n de células en un cerebro afectado por el mal. De color marrón, la proteína beta-amiloide, que se agrupa para formar placas; de azul, la tau, que se acumula a manera de marañas.

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