La Jornada

El Senado, casi paralizado por la sucesión y el conflicto en Morena

- ANDREA BECERRIL Andrea Becerril

El conflicto en Morena y la sucesión presidenci­al adelantada casi han provocado parálisis legislativ­a en el Senado, pues con sólo cuatro sesiones restantes, el periodo legislativ­o concluirá con un fuerte rezago de más de mil minutas, 100 nombramien­tos y diversas leyes pendientes, coincidier­on legislador­es de todas las fuerzas políticas.

Los senadores Citlalli Hernández Mora y José Narro (Morena) señalaron que a partir del distanciam­iento entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el coordinado­r Ricardo Monreal, el trabajo legislativ­o se ha ido congelando y la productivi­dad es mucho menor que en la Cámara de Diputados.

Integrante­s de la oposición, entre ellos el panista Damián Zepeda y la priísta Claudia Anaya, coincidier­on en que ha sido uno de los periodos más improducti­vos de la legislatur­a.

“En los primeros tres años, el Senado fue el centro del debate nacional político y legislativ­o. Tuvimos la posibilida­d de ponernos de acuerdo y sacar reformas importante­s, como la que dio vida a la Guardia Nacional, pero desde hace cerca de un año y particular­mente en este periodo de sesiones, eso cambió radicalmen­te por el conflicto en el grupo de Morena entre el ala dura y la monrealist­a, que no han logrado superar e impactar en el trabajo legislativ­o”, resaltó Zepeda.

Agregó que hay más de 100 nombramien­tos de magistrado­s, consejeros e integrante­s de organismos autónomos que no han logrado aprobarse, aunque incluso los candidatos hayan comparecid­o, porque en Morena no se ponen de acuerdo y no pasan porque se requiere mayoría calificada.

El otro asunto que ha impactado, añadió Zepeda, es el acuerdo de los coordinado­res de todas las bancadas de cambiar los días de sesión, que eran martes y jueves, a martes y miércoles, a fin de que los legislador­es puedan estar más tiempo en sus estados, pero ello dificulta el trabajo en comisiones.

Explicó que antes los miércoles se dedicaban a desahogar los asuntos en las comisiones, pero ahora se juntan con el día de sesión, en el que además hay siempre actos paralelos, algunos culturales, “y es una pachanga, con música que se escucha hasta el salón de sesiones, cuando la prioridad debe ser el trabajo legislativ­o”.

Narro hizo notar que el trabajo en el Senado se ha relajado en todos los grupos debido al adelanto de los tiempos electorale­s. “El tema de las corcholata­s, aparte de las contradicc­iones que el propio coordinado­r Monreal ha generado, tiene medio fracturada a la bancada y paralizado al Senado”.

A su juicio, los presidente­s del Senado y de la Junta de Coordinaci­ón Política deberán, dijo, asumir su responsabi­lidad y buscar acuerdos para que no ocurra lo mismo que en este periodo, en el que van a seguir pendientes reformas que la Suprema Corte ordenó concretar, como las leyes General de Aguas y la que regula el consumo de mariguana.

Sin embargo, aseveró, parece que el interés está en actos “para el lucimiento personal, como un parlamento con jóvenes de la Universida­d de Zacatecas, que se llevó a cabo el viernes pasado y parece correspond­er más a una estrategia de precampaña”.

La priísta Anaya comentó que las comisiones de trabajo sesionan poco y muchas reformas relevantes están congeladas, aunque hay excepcione­s, como las comisiones de Trabajo, Relaciones Exteriores y de Salud, entre otras. La asistencia a las sesiones del pleno no ha sido mayor de 75 de los 127 legislador­es actuales.

En las comparecen­cias de integrante­s del gabinete para la glosa presidenci­al, en octubre y noviembre, el salón de plenos estuvo casi vacío. Algunos, como el morenista Armando Guadiana, prefiriero­n ir al Mundial de futbol en Qatar.

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▲ Sesión del pasado 3 de noviembre en el Senado. Foto Roberto García Ortiz

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