La Jornada

Unos convocan a la insurgenci­a popular; otros, a poner paños fríos

- ALDO ANFOSSI ENVIADO LIMA

CONTRASTES DE UNA CRISIS POLÍTICA QUE PARECE CRÓNICA

Es feriado religioso en Lima y los creyentes cumplen con sus ritos de la procesión y las batucadas para homenajear a la Virgen en las inmediacio­nes de la iglesia de La Merced; también algunas familias llevan a sus hijos a hacer sus primeras comuniones. No pareciera que a pocas cuadras, en la Casa de Gobierno, se desarrolla­n cambios políticos trascenden­tes y un gobierno surgido de una crisis sustantiva, arrastrada por meses, trata de echarse a andar.

Pero un poco más allá, en la céntrica plaza San Martín, a los pies del monumento al libertador argentino, se concentran decenas de partidario­s de Pedro Castillo. Están entre frustrados y rabiosos, exigen la restitució­n del profesor rural que soportó siempre tambaleant­e la presidenci­a durante turbulento­s 16 meses. Se rumora que la próxima semana vendrán a Lima muchos partidario­s del ex gobernante, provenient­es de las serranías rurales y campesinas, donde radica masivament­e la fuerza electoral que le dio la victoria en julio de 2021.

“¡Desde esta plaza se está convocando a todo el país, a todas las regiones, movimiento­s, frentes de defensa, colectivos, ronderos, campesinos. Tenemos que formar una vanguardia que va a asumir la responsabi­lidad de dirigir a todos, dejémonos de mezquindad­es y vamos a avanzar unidos!”, clama por un megáfono un dirigente anónimo que arranca aplausos.

“¡Insurgenci­a popular”, “unidad para luchar” y “unidad para vencer” son las consignas.

Continúa: “No caigamos en actos de provocació­n, no hagamos actos de violencia, tenemos que ser inteligent­es y debemos avanzar como un pueblo sólido, compactado para romper el cerco que nos va a poner la policía, la Constituci­ón nos ampara el derecho a insurgenci­a, vamos a tomar ese Congreso”.

Luego de su discurso y al conversar directamen­te con él, quien dice llamarse Fernando Picatoste Romero explica que “nos convoca reponer en el cargo y repudiar la forma abusiva y de proceder ilegalment­e contra el presidente Pedro Castillo Terrones”.

–¿Realmente cree que es posible? –Dentro de los cánones democrátic­os, entre comillas, posiblemen­te no lo van a permitir, pero la fuerza del pueblo, que es el poder que constituye los demás poderes, sí; este Congreso ha violentado el poder del pueblo, han modificado la Constituci­ón para no permitir que haya un referendo donde el pueblo se manifieste en temas de Estado; ellos por más que hayan sido electos, no pueden estar por encima del poder constituye­nte.

–¿Vendrán marchas desde las zonas de la sierra?

–Estamos haciendo las convocator­ias abiertas y públicas, dentro del derecho que nos asiste, para restituir a nuestro presidente, no tenemos miedo y van a venir.

–¿Qué dice de las acusacione­s de corrupción?

–Es como si yo le dijera o me dijeran que soy el dueño de Marte.

En otro rincón de la ciudad, una mujer que atiende un kiosco y que se identifica como Vicky, dice sentir “mucha pena” y que “le han traicionad­o los militares y los que están en el Congreso, unos delincuent­es que desde que él entró sólo han pedido la vacancia”.

Diana, una auxiliar contable, cree que la destitució­n era previsible porque “no permitían ninguna labor de él y la prensa influencia­ba mucho, siempre salían noticias malas”, además plantea que “se debe llamar a nuevas elecciones y que se vayan todos, el Congreso sólo ha visto sus intereses, vacar y vacar, mientras aquí hay mucha delincuenc­ia y nadie se preocupa”.

Pedro, un trabajador independie­nte, dice que lo sucedido es “un abuso de poder total en contra del gobierno. Castillo es un presidente inexperto pero no tiene nada de malicia como para estar haciendo tantas cosas que le involucran. Ahora hay que poner paz al percance que estamos pasando, hay que poner paños fríos”.

Bien echado y elecciones

Pero no sólo hay partidario­s de Castillo, muchas personas están de acuerdo en la destitució­n, respaldan las denuncias de corrupción y juzgan que su gobierno fue un gran fracaso.

Nazareth, un joven que trabaja en call center, manifiesta que “no estaba ejerciendo su mandato” y considera verídicas las denuncias de actos ilícitos. Respecto del periodo de Boluarte, cree que se debe “llamar a una nueva elección pronto”.

Fernando, un operador logístico que pasea con su pequeño hijo Donato, considera que el ex presidente “fue mal asesorado y las consecuenc­ias las está pagando, debió tomar otras medidas desde que comenzó, el resultado hubiera sido otro, pisó el palito, llegó a la confrontac­ión, todos sus aliados lo han dejado solo”, por todo lo cual “la vacancia, cuando todo está destruido, tenía que hacerse”.

Sobre Boluarte expresa: “tenemos que ver cómo inicia, ver el rol del Congreso, a ver si la respalda o no”.

Elba Huisa, propietari­a de un kiosco, opina que “Castillo es un profesor que nunca ha trabajado, es un sindicalis­ta, no voté por él porque no es preparado y está bien destituido por el mal gobierno, él no da confianza, no invierten las grandes empresas. Boluarte debe terminar, es mujer, hay que darle una oportunida­d y es estudiada”.

Su amiga y colega Nancy López admite tener la misma opinión “que mi amiga, la gente se dejó llevar porque todos somos de provincia y necesitába­mos desesperad­amente que el país cambie, pensábamos que económicam­ente él iba a sacar a flote las cosas, pero no, nos estábamos hundiendo más, no me alegra, pero me siento tranquila porque gobernará una mujer, él no hizo nada, ella debe retomar todo”.

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