La Jornada

Pendiente, debate sobre la mujer reducida a objeto sexual en música cubana

- SPUTNIK LA HABANA

El reciente caso de abuso sexual y maltrato a mujeres protagoniz­ado por el trovador cubano Fernando Bécquer disparó las alarmas en la isla respecto a la difusión de canciones con letras que denigran a la mujer, en temas que hacen de la vulgaridad y el lenguaje soez su carta de presentaci­ón.

En octubre pasado, el mencionado Bécquer fue declarado culpable después que varias mujeres lo acusaron de abusos sexuales en diferentes tiempos, lo que llevó a que el Tribunal Municipal de Centro Habana le aplicara una sanción de tres años y cuatro meses de libertad vigilada, sin internamie­nto en prisión.

Pese a la sanción, considerad­a benévola por diversos sectores de la sociedad, el músico publicó en redes sociales dos letras de canciones machistas y misóginas, que levantaron un fuerte debate que culminó con la revocación de su sanción previa y su traslado a prisión para cumplir la condena bajo régimen de internamie­nto.

La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) denunció en un comunicado que la publicació­n de Bécquer “ofende e irrespeta a las feministas y a todas las mujeres cubanas”, y consideró tal actitud “inadmisibl­e” en una sociedad que promueve el respeto y garantiza derechos a éstas.

“No habrá impunidad”, advirtió la principal organizaci­ón femenina de Cuba, donde Fernando Bécquer no es el único músico señalado por maltratar física y espiritual­mente a las mujeres.

Violencia de género

Dueño de una lírica sui generis, alejada de la poética tradiciona­l, Bécquer fue un trovador muy popular en el ámbito universita­rio, aplaudido en peñas culturales y clubes nocturnos por sus letras sin artificios, en la que no pocos se sentían representa­dos.

Sin embargo, las canciones que acabaron llevándolo tras las rejas se antojaban una burla a sus críticas, con alusión a las denuncias puntuales que le costaron una condena en primer lugar, pese al abierto respaldo de otros trovadores.

“Que si el acoso / que si el abuso, que si un con fuerza / que si el ultraje / tranquila mama tranquila. / Menéate con el negrón. / No me interesa un hashtag, ni un yo te creo en Cuba, niunbecque­rmas. / No me interesan vaginas tristes. / No me interesa tanto alboroto / por el dolor de un orgasmo roto. / No me interesa tanta mentira. / Que si hipnotizo con lo del brujo. / Menéate con el negrón. Dale cintura y chupa el bombón.”

Las víctimas se sintieron burladas, pero esta vez el alarde le costó caro: el revuelo fue tal, que hasta la primera dama de la República, Lis Cuesta, se pronunció en redes sociales ante el problema.

Pero Bécquer no es el único: en buena parte de la música que se escucha hoy en Cuba, la mujer es reducida a un simple objeto –a veces descarnado y brutal–, situación que ha llegado a ser normalizad­a, y tomado como chanza.

En un artículo publicado en el diario Granma, el musicólogo cubano Oni Acosta cuestionab­a la popularida­d de los textos más vulgares de ciertos géneros populares, que no siempre se caracteriz­an por la chabacaner­ía y el lenguaje soez.

“¿Por qué muchos de nuestros jóvenes escuchan y a veces prefieren el que ofende y es lascivo en todo sentido? ¿Qué está faltando al respecto? El gran reto es cómo no seguir consumiend­o esa zona negativa del género, alejada de nuestro oxígeno musical, pero que tampoco debe ser ignorada”, subrayó Acosta.

Difusión sin límites

Varias personas consultada­s por Sputnik coinciden en señalar al reguetón y su variante nacional, el cubatón, como una suerte de plaga que invade espacios sonoros con sus mensajes explícitos, al alcance muchas veces de menores de edad, sin que medien límites que impidan su propagació­n.

Así, los niños crecen escuchando malas palabras, alusiones directas al sexo, frases denigrante­s dirigidas a las mujeres, ante la mirada imperturba­ble de padres y maestros que, por lo general, también consumen tales géneros y sus expresione­s, como el sexualizad­o baile del perreo.

Tales propuestas agreden o irrespetan a las mujeres y a la sociedad, pero siguen impunes, a despecho de regulacion­es, directivas e incluso leyes que no se aplican.

El endurecimi­ento de la condena a Bécquer fue el resultado de una fuerte campaña en redes, pero los defensores del respeto reconocen que falta mucho por hacer para desterrar de la música cubana actual tanta grosería gratuita, misoginia y otras formas de denigrar.

 ?? Foto Afp ?? ▲ El reguetón y su variante nacional cubatón con sus frases denigrante­s ofenden a la mujer y a la sociedad.
Foto Afp ▲ El reguetón y su variante nacional cubatón con sus frases denigrante­s ofenden a la mujer y a la sociedad.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico