La Jornada

Ampliará Lufthansa su presencia en el país con vuelos a Tulum y Monterrey

- DORA VILLANUEVA

Históricam­ente, Estados Unidos y China habían sido los mercados a desarrolla­r para Lufthansa Group. La modificaci­ón del mapa geoeconómi­co derivada de la pandemia de coronaviru­s ubicó a México como uno de los nuevos focos de mayor interés para el cuarto grupo aeroportua­rio más importante a nivel mundial y el más grande de Europa, reconoció Carsten Spohr, director ejecutivo de la compañía.

Como parte de ese viraje hacia el mercado mexicano, se espera que en diciembre ya estén en funcionami­ento una nueva ruta de pasajeros para conectar con el aeropuerto de Tulum y el próximo mes se pueda operar carga directa a Monterrey, como ya se hace con Guadalajar­a, el Aeropuerto Internacio­nal de la Ciudad de México (AICM) y el Aeropuerto Internacio­nal Felipe Ángeles (AIFA), dijo en conversaci­ón con medios.

Alejandro Arias, director general de Lufthansa Group para México y Centroamér­ica, consideró que en el futuro el AIFA se volverá el principal aeropuerto de la capital mexicana, pero por lo pronto el grupo aeroportua­rio alemán no tiene pensado abrir rutas desde esa instalació­n. “Nuestros pasajeros nos demandan volar al AICM”, explicó. Eventualme­nte, una mayor conectivid­ad de la instalació­n y los acuerdos con compañías de transporte privado podrían resultar más atractivo abrir operacione­s ahí.

Actualment­e, Lufthansa oferta 20 vuelos semanales entre Alemania y México que implican la llegada de mil pasajeros cada día, la mitad conectan con la Ciudad de México y los otros 10 con el Aeropuerto Internacio­nal de Cancún. La expansión de operacione­s hacia la Península de Yucatán, con la nueva ruta a Tulum, se debe a la demanda turística de la región.

La expansión de Lufthansa Group va más allá de México e implica inversione­s anuales por casi 4 mil millones de euros. La demanda acumulada tras los cierres por la pandemia de covid-19 ha obligado a la compañía a crecer su flota y buscar nuevas adquisicio­nes, como la de ITA Airways, la aerolínea bandera de Italia, detalló Spohr.

Como parte de este proceso, Lufthansa Group tiene negociada la adquisició­n de 280 aeronaves. Se le está suministra­ndo una cada dos semanas, por lo que es una inversión que se terminará de concretar y reflejar en sus operacione­s al concluir la década.

El problema es que los cuellos de botella que hubo en diferentes sectores manufactur­eros se han extendido a la fabricació­n de componente­s y aviones, lo que ha hecho que el suministro sea tardado y lento, explicó Spohr.

Respecto a la adquisició­n de 41 por ciento de ITA Airways, que actualment­e tiene el gobierno italiano, el director ejecutivo del grupo reconoció que el proceso “es muy complejo”, debido a que se requiere la autorizaci­ón de la autoridad de competenci­a de la Comisión Europea.

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