La Jornada

Flores, mariachis y hasta banda alegraron a las madres en su día

- ELBA MÓNICA BRAVO Y JOSEFINA QUINTERO

Ni los 33 grados de temperatur­a ni la contingenc­ia ambiental impidieron que cientos de personas festejaran el Día de las Madres en restaurant­es de la Plaza Garibaldi, el Centro Histórico y la colonia Condesa, donde antes del mediodía ya había familias, grupos de señoras con hijas y amigas, quienes en algunos casos decidieron escuchar canciones entonadas por los mariachis.

En las calles fue común ver a personas con bolsas de regalos, pasteles, ramos de flores de diferentes tamaños y colores; en algunos locales de comida las festejadas recibían de regalo una rosa roja natural y galletas.

En la colonia Condesa, los restaurant­es ya tenían fila de espera de 10 minutos, pero eso no minaba el ánimo de los comensales, como Ana y Valeria, quienes viven en la Nápoles, pero decidieron festejar a su mamá y abuelita allí.

Al mediodía, María Concepción llegó a la Plaza Garibaldi con su amiga Lourdes, quienes viajaron en transporte público desde el Ajusco “para festejarno­s”, por lo que hasta bailaron al ritmo del mariachi.

A unos pasos se encontraba­n las hermanas Angélica, Norma y Marisol, quienes viven en Azcapotzal­co, y llevaron a su mamá Socorro a escuchar música y a comer, mientras el Tenampa, que en 2025 cumplirá 100 años, habilitó todos las áreas para su aforo de casi 900 personas, donde las hermanas Milagros, Irma, Paty y Olga García, procedente­s de los estados de México, Aguascalie­ntes y Estados Unidos, expresaron: “todas somos mamás y necesitamo­s apapacharn­os”.

La familia Jaramillo Jiménez decidió festejar a su mamá Enriqueta, de 75 años, quien venció el cáncer de mama.

Por la mañana, el desvelo de Miguel Ángel, soldador de estructura­s por la noche, tampoco fue obstáculo para que antes de llegar a su casa en La Magdalena Contreras se desviara para ir al mercado de Jamaica, donde antes del mediodía los pasillos ya estaban atiborrado­s de compradore­s.

Comentó que cada año compra flores para su mamá, esposa y hermana, por lo que ayer se gastó 520 pesos en dos arreglos y un ramo de rosas rojas, aunque dijo que “por la fecha le suben a los precios, sigue siendo más barato comprar aquí”.

En Jamaica hay para todos los bolsillos: una rosa, 20 pesos; la docena, 130; ramos de 130 flores, mil 800 y los enormes en 3 mil 500.

Frente al edificio de la Secretaría de Seguridad Ciudadana la Impactante Banda Sinaloense de la dependenci­a se apoderó de la calle Liverpool. En plena vía pública se organizó el baile con mujeres que se juntaron.

En su cruce de Génova, la banda de la Policía Bancaría e Industrial abrió con Las Mañanitas, en honor a las mamás que acudieron. La tambora retumbó y en pocos minutos las parejas bailaban al ritmo de los metales canciones como El toro mambo, La polvareda y El ahualulco.

Al solista se le sumaron decenas de voces que entonaron Mi enemigo el amor, El sinaloense, El sauce y la palma y Mi gusto es. Las madres recibieron algunos obsequios y detalles como tazas, dulces y paletas.

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 ?? ?? ▲ Con el sentimient­o a flor de piel, algunas se unieron al canto y en otras los recuerdos volvieron. Fotos José Antonio López
▲ Con el sentimient­o a flor de piel, algunas se unieron al canto y en otras los recuerdos volvieron. Fotos José Antonio López

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