Lecciones de Abril
En su memoria
Ana Cecy,
MONTERREY, NL.-La regiomontana Abril Pérez Sagaón luchó con todas sus fuerzas y medios a su alcance para separase de su agresor hasta que fue asesinada el 25 de noviembre del 2019, justo en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora mañana.
En su memoria y en favor de otras mujeres en condiciones similares y que no tienen apoyo de las autoridades, Ana Cecy, hija mayor de Abril, habla de estos años difíciles, de la impunidad que ha permitido que su padre siga en libertad y de la voz a la que nada silenciará: la de su madre
Abril era un rayo de sol para sus tres hijos. Lo fue hasta el final.
Y es que una semana antes de su asesinato -tragedia que mañana cumplirá tres añoshabló con ellos para pedirles que cumplieran sus sueños, que fueran felices y... que perdonaran a su papá.
Ana Cecilia, su hija mayor de entonces 18 años, recuerda que se negó a aceptar las palabras de su mamá. Era, prácticamente, una despedida.
Ahora tiene 21 años y habla por primera vez en entrevista. Es consciente del presentimiento de Abril en aquellos momentos ante la furia de su ex esposo y la inverosímil escalada de impunidad de las autoridades.
“Siento que ella ya sabía que iba a morir”, dice Ana Cecy. “Porque nos sentó en la sala a mí y a mis dos hermanos. Nos hizo saber que teníamos que seguir adelante y que persiguiéramos nuestros sueños.
“No te sabría decir palabra por palabra lo que nos dijo, porque en su momento yo estaba negada a escuchar esas palabras. Estaba negada a perder a mi mamá”.
La regiomontana Abril Pérez Sagaón tenía 48 años y fue asesinada en la Ciudad de México el 25 de noviembre del 2019, justo en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que mañana se
y en favor de otras mujeres en condiciones similares y que no tienen apoyo de las autoridades, Ana Cecy, hija mayor de Abril, habla de estos años difíciles, de la impunidad que ha permitido que su padre siga en libertad
conmemora.
Se había casado 25 años antes con Juan Carlos García, ex CEO de Amazon México y ex directivo de Elektra, señalado como el autor intelectual del crimen. Sigue prófugo aunque es buscado por organismos internacionales.
Del matrimonio nacieron Ana Cecy y sus dos hermanos menores, Juan Carlos, de 19 años, y Andrés, de 17, quienes no han vuelto a tener contacto con su papá desde el 2019.
El caso de Abril tomó revuelo internacional tras darse a conocer que denunció a su ex esposo por intento de feminicidio y que, puntualmente, remarcó en una audiencia: “Señor juez, temo por mi vida”.
Pese a eso, García, detenido en septiembre del 2019, quedó en libertad luego de dos meses, el 8 de noviembre.
La vida de Abril terminó 17 días después.
LISTA PARA LA LUCHA
Ana Cecy conversa con gran entereza, acepta la entrevista porque al hablar de la historia de su mamá también visibiliza otras violencias que viven miles de mujeres en el País y la falta de protocolos de autoridades para protegerlas.
Abril es su inspiración, dice, y de donde toma fuerza para seguir adelante.
Hace tres años, en medio del shock que sufría por el asesinato de su mamá, la joven se sumó a la protesta de movimientos feministas para exigir un alto a la violencia contra las mujeres.
Al poco tiempo llegó un cúmulo de emociones dolorosas al sentir la realidad sin Abril. Entonces decidió alejarse del tema para comenzar una terapia.
“Estaba lidiando con mis sentimientos de tristeza, de depresión”, cuenta, “por estos últimos tres años estuve enfocada mucho en terapia, en lidiar con todo lo interno”.
“Ahora me siento lista otra vez para sumarme a la lucha”.
Ante el dolor por la ausencia de su mamá, Ana Cecy no había iniciado sus estudios profesionales.
Ahora estudia su primer semestre de la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sustentable en el Tec de Monterrey y transmite una fortaleza admirable.
‘ME SIENTO LIBRE’
Abril se separó de su entonces esposo luego de que el 4 de enero del 2019 la atacara brutalmente con un bate en la Ciudad de México, donde vivían desde el 2015 por el trabajo de él.
Siguieron 11 meses de batallas legales en los que enfrentó el divorcio, demandas de su ex esposo, amenazas y la pelea por la custodia de sus hijos. Pese a todo eso, su hija detalla que esos meses fueron los más felices para su madre.
“A pesar de que estaba pasando por un infierno en el sentido de que mi papá le estaba metiendo demanda tras demanda, y luego encima métele todo el trauma que vivió, la agresión emocional y mental, la física, ella seguía siendo un rayo de sol para sus hijos”, comparte Ana Cecy, muy parecida físicamente a Abril.
“A veces le decía: ‘Mamá, no tienes que ser fuerte con nosotros’, y me decía: ‘Hijita, por más que esté pasando por un momento muy difícil, por primera vez en toda mi vida me siento libre”.
Comparte el orgullo que siente por su mamá, porque teniendo todo en su contra, salió de ese círculo de violencia.
“Entiendo la raíz de toda su felicidad: estaba libre por primera vez en su vida y sentía que había vuelto a vivir”, comenta.
En su lucha por rehacer su vida en Monterrey con sus hijos, siempre buscó hacerles especial cualquier momento. Aprovechaba una comida en casa, un paseo en el Parque Fundidora.
Para Ana Cecy, era tan impresionante el corazón de su mamá que lo que tiene más grabado
“A pesar de que estaba pasando por un infierno en el sentido de que mi papá le estaba metiendo demanda tras demanda, y luego encima métele todo el trauma que vivió, la agresión emocional y mental, la física, ella seguía siendo un rayo de sol para sus hijos”
de aquella última conversación antes de su partida es que también les habló del perdón.
“Nos dijo que teníamos que perdonar”, recuerda. “Me sorprendió muchísimo, porque yo no entiendo cómo, a pesar de que ella pasó por un infierno, cómo ella en la grandeza de su corazón encontró la habilidad de perdonar a mi papá.
“Y de decirle a sus hijos, nosotros, que lo perdonáramos, porque ella sabía que la rabia y el coraje no nos iban a llevar a ningún lado”.
Sin embargo, la joven señala que también les dejó muy claro que una cosa es perdonar y otra, muy distinta, dejar de luchar para obtener justicia.
LAMENTA INJUSTICIA
Abril fue asesinada a balazos en la Ciudad de México frente a sus hijos Juan Carlos y Andrés, tras salir de una audiencia derivada de la lucha por la custodia de los adolescentes.
Actualmente se encuentran en procesos legales en busca de fincar responsabilidad contra los presuntos autores materiales: Rodolfo “N” y Juan Carlos “N”.
En octubre pasado, los hijos menores de Abril tuvieron que ir una audiencia a la capital para narrar lo que vivieron el día que su mamá fue asesinada.
El ex esposo de Abril tiene tres órdenes de aprehensión, por incumplimiento de medidas cautelares, intento de feminicidio y feminicidio. Además es perseguido por la Interpol.
“No puedo creer cómo sigue libre”, lamenta Ana Cecy. “Creo que lo que más coraje me da de la situación es saber qué tan lejos te puede llevar el dinero, cómo la justicia sí aplica para todos, excepto para los privilegiados. No estoy de acuerdo con eso, me da coraje.
“Y sí, yo no entiendo cómo habiendo tanta presión, internacionalmente hablando, no sólo aquí en México, cómo sigue prófugo”.
DEJA APRENDIZAJE
Ana Cecy reitera durante la entrevista que el caso de su mamá le genera sentimientos contrastantes.
Por una parte, siente una gran fuerza gracias a tantas personas que se han unido a la lucha para exigir justicia: actualmente el nombre de Abril es mencionado en manifestaciones. Pero existe el otro lado, el de las autoridades.
“Pienso que mi mamá como persona es una inspiración”, expresa, “pero el caso en sí se llevó muy mal. Mi mamá de verdad hizo todo a la perfección. Ella llevó todos los documentos necesarios, atendió absolutamente todas las citas.
“Eso es algo que tristemente en México muchas mujeres no lo hacen por miedo, por amenazas o porque les ponen obstáculos en su camino.
“¿Por qué no pudieron actuar cuando mi mamá les dijo muy explícitamente que temía por su vida? Y les llevó las pruebas y les llevó testimonios y les llevó todo. Y aun así las autoridades no se movían. Es un caso del que tenemos que aprender”.
Otro aspecto que la joven no olvida es que Abril siempre les recalcó a sus hijos que jamás permitieran la violencia. Nunca. Y es que, desde que tiene memoria, Ana Cecy recuerda la violencia en casa por su papá y eso la hizo distanciarse de él.
Comparte que a ella y a sus hermanos les ha costado mucho desaprender lo vivido. Llegaron incluso a pensar que eso era normal y ocurría en todas las casas.
El apoyo de la familia materna ha sido fundamental para que los tres luchen por sus sueños... precisamente lo que Abril les pidió.
“Soy increíblemente afortunada de tener el apoyo de mi familia materna”, dice, “yo sé que soy muy privilegiada en ese aspecto, porque el apoyo y el amor que he recibido es como ningún otro”.
La lucha de su mamá durante sus últimos meses la inspiran a seguir y acompañar a otras mujeres.
Quiere capacitarse en temas de igualdad de género para luego sumarse a fundaciones y a La Voz de Abril, asociación en memoria de su mamá creada por su familia para ayudar a otras víctimas de violencia.
“Voy a seguir luchando porque se haga justicia por mi mamá, pero también incluso si ese día llega, cuando se haga justicia, yo quiero seguir luchando por otras mujeres”.
Nada silenciará la voz que Abril levantó.