Se agotan brazaletes ‘One Love’ tras prohibición de la FIFA
Mientras en México los niños montan los caballitos del carrusel de las ferias, en Qatar se suben a auténticos camellos.
Por cinco dólares (100 pesos) se puede acceder a dicha atracción en la explanada principal del mercado Souq Waqif.
Dicho sitio es el epicentro del Mundial, el lugar en el que confluyen los distintos aficionados que con su música y ambiente exhiben parte de su cultura.
En Souq Waqif, los niños pueden dar tres vueltas en camello, para disfrutar una de las tantas experiencias que ofrece el primer Mundial en el Medio Oriente.
Incluso, se le permite a las mujeres gozar del mismo privilegio, no así a los hombres.
Llámelo si quiere ley de las consecuencias no deseadas, pero los brazaletes “One Love” que la FIFA prohibió en el Mundial de Qatar se están vendiendo de repente como rosquillas.
Los brazaletes, que pretenden enviar un mensaje de tolerancia, conexión y oposición a toda forma de discriminación, han estado en el punto de mira mundial desde que la FIFA amenazó a varios capitanes de equipos europeos con tarjetas amarillas si los llevaban para apoyar a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y queer (LGBTQ) en Qatar, donde la homosexualidad es ilegal.
Ahora, la empresa que fabrica los brazaletes en la ciudad neerlandesa de Utrecht dice que se han agotado tras enviar 10 mil, la mayoría en las últimas dos semanas.
“El gran auge se produjo con la llegada del Mundial de fútbol y, sin duda, con la declaración de la FIFA de no permitir estos brazaletes de capitán en el campo”, dijo el director general de Badge Direct BV, Roland Heerkens, en una entrevista.
La demanda de los brazaletes, que se lanzaron originalmente en 2020 como parte de una campaña de inclusión de la Real Federación Neerlandesa de Fútbol (KNVB), había sido sólo “regular” hasta este verano boreal, dijo Heerkens.
El diseño presenta una bandera arcoíris en forma de corazón con un número 1 en el centro, rodeado por el texto “OneLove” a cada lado y las palabras que “el fútbol conecta” en cursiva debajo.
La campaña de la KNVB se opone a la discriminación por motivos de raza, color de piel, orientación sexual, cultura, fe, nacionalidad, género, edad y “cualquier otra forma dediscriminación”.
El impulso inicial llegó cuando los dirigentes de las escuadras de Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Francia, Alemania, Noruega, Gales, Suecia y Suiza decidieron utilizarlas.
Ahora la demanda viene de todo el mundo, desde consumidores que quieren “tener el brazalete y hacer una declaración.