La Prensa de Coahuila

1850 ~ EL PASO DE LOS 49-ERS POR MONCLOVA

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Cuando en 1848 se descubrió oro en el norte de California (el famoso “Gold Rush”), parte de los prospector­es y aventurero­s llamados “49-ERS” (Forty-Niners) viajó desde New Orleans hacía California, y con el fin de evitar enfrentami­entos con los Apaches y Comanches en Texas y Nuevo México, decidieron viajar por el norte de México, pasando por Candela, Monclova, Cuatro Ciénegas, y Chihuahua. Les compartimo­s el diario de uno de ellos, publicado en el periódico The Daily Crescent, New Orleans, 3 July 1850.

11 de abril de 1850- El pueblo de Santa Rosalía [Camargo, Chih.] es un pequeño y bonito pueblo de unos 5,000 habitantes, situado en un hermoso valle.

He estado trabajando el papel del “doctor” esta tarde. Tuve varios pacientes para curarlos del reumatismo y otras enfermedad­es.

Me convertí en todo un personaje, porque los mexicanos tienen una gran reverencia por los médicos.

12 de abril - Después del desayuno tomamos nuevamente el camino y cruzamos el río por un rancho a unas 8 millas de Santa Rosalía, y cerca del mediodía llegamos a un pueblecito llamado La Cruz, donde acampamos durante el calor del día. Reanudamos nuestra marcha como a las 3, y viajamos hasta las 7, y acampamos para pasar la noche; distancia de unas 25 millas este día.

13 de abril - Tomamos el camino como a las 7 de la mañana, y después de recorrer 4 millas llegamos al pueblo de Saucillo, sobre el río Conchos.

Llenamos nuestras calabazas, y anduvimos hasta las 2PM, que llegamos al pueblo de San Pablo [presidio San Pablo, hoy Meoqui, Chih.], y acampamos como a una milla del pueblo; distancia de unas 27 millas este día.

14 de abril - Agarramos camino a las 8, y como a las 12 llegamos a un lugar llamado Bachinto [hoy Bachimba, Chih.], abrevamos nuestros animales y anduvimos como 7 millas más, y acampamos cerca de un fuerte [El Ojito] en un paso de montaña; distancia de aproximada­mente 26 millas este día.

Ned y yo estamos muy destrozado­s, nuestros pies están cubiertos de llagas y ampollas, y casi ya no tengo botas. Gracias a Dios, ahora estamos a sólo 30 millas de Chihuahua.

16 de abril - Después de haber usado toda el agua que teníamos en el campamento para tomar café anoche, esperamos hasta llegar a la ciudad de Chihuahua para poder desayunar.

Partimos a las 6, y luego de una marcha de 3 horas y media ingresamos a la ciudad. Tan pronto como llegamos, Ned y yo, junto con Halsey y algunos otros, salimos a buscar algo de comer, y encontramo­s una gran variedad de cerdo fresco, frijoles, huevos, café y pan.

Nos comimos todo lo que tenían en la casa, y creo que la señora de la casa tenía un poco de miedo de que nos la comiéramos también.

Hemos alquilado un lugar muy pobre para dormir y guardar nuestros animales, y aquí supongo que tendremos que quedarnos 6 - 8 días.

17 de abril - Bueno, aquí estoy en Chihuahua, y muy lejos de cualquier lugar, y con sólo 2 bitts en el bolsillo [nota: 1 bitt era 1/8 de dólar.

El “dólar español” tenía el mismo valor que el dólar de plata estadounid­ense. Sus 8 ‘bitts’ o reales valían cada uno 12 ½ ¢.], y sin caballo ni mula para montar; y Ned ha estado con el mismo problema durante algún tiempo.

No se crean que sea una situación muy agradable. Supongo que tendré que sacrificar mi reloj, porque nos hemos quedado sin provisione­s y no tenemos dinero suficiente para comprar cena.

Además de eso, le debemos al Capitán $75 por nuestra parte de los gastos del guía que nos trajo a este lugar. Aquí todo es muy caro, el café 31¢, el azúcar 25, etc. Las mulas se venden entre 50 y 75 dólares, y hasta 100 dólares, así que creo que Ned y yo tendremos que caminar un poco más, o simplement­e no seguir.

Son 312 millas hasta el siguiente pueblo en nuestro camino, pero me han dicho que no alcanzarem­os conseguir un caballo o una mula a menos de 650 millas de aquí, cuando lleguemos al río Gila, entre los indios Pymas.

En conjunto, las perspectiv­as se ven muy sombrías, pero estoy decidido a seguir adelante si es posible.

Chihuahua es todo un lugar de comercio con Estados Unidos. Hay varios comerciant­es americanos aquí, y creo que tienen comunicaci­ón constante con los Estados Unidos, así que espero tener la oportunida­d de enviar una carta a casa desde aquí.

Es muy extraño, siendo un lugar donde todo es tan caro, nos resulte tan difícil vender un reloj o un arma, o cualquier otra cosa, por su propio valor. Es un lugar muy bonito, con unos 16,000 habitantes.

18 de abril - Le di mi reloj a un hombre para que lo intentara vender en $100, y si lo vende, alcanzarem­os comprar una mula o un caballo para montar, y también llevarnos provisione­s ya que éste es el último lugar donde con certeza podremos conseguir provisione­s, hasta llegar a California.

Ayer me bañé y me puse una camisa limpia, lo cual fue todo un acontecimi­ento.

Hoy arribó aquí un grupo; vinieron desde Monclova por la misma ruta que nosotros, trajeron la mula y la montura del joven que perdimos en los Llanos del Bolsón. Vieron la calabaza de agua y la nota que habíamos dejado en el camino, pero no vieron nada del hombre perdido; lo rastrearon hasta 3 millas del manantial salado y luego perdieron todas las huellas de él.

Pobre muchacho, me temo que murió por falta de comida y de agua, o si no se lo han llevado los indios; es una muerte horrible.

No he podido hacer nada hoy más que pasear e intentar vender algo de nuestra ropa y otras cosas que nos sobran.

Hay un hotel americano en este lugar y me gustaría mucho volver a sentarme a disfrutar de una buena comida, pero no puedo permitírme­lo. Esta mañana encontré un dólar para poder comer algo durante el día, y algo de comida para nuestras mulas.

20 de abril – No he podido vender mi reloj ni mi pistola, y temo que no lo haré, pero Ned vendió su arma y su abrigo esta tarde, obtuvo $21 por el arma y $7 por su abrigo que era casi nuevo y había costado $35, así que tenemos dinero para comprar provisione­s de cualquier manera.

Manejan en este Estado una moneda que se llama Cuartillia­s, el valor de cuatro de ellas es un bitt [1 bitt = 1/8 de dólar]; son de cobre y su tamaño no llega a la mitad del centavo de nuestra moneda; son casi la única moneda del Estado, y se prefieren sobre la plata; de hecho, en algunos lugares rechazan la plata.

Los recibimos como pago por la pistola y el abrigo, y parecía un montón de dinero, pero ¡ay! qué engañosas son a veces las apariencia­s.

Aquí son más estrictos en sus ceremonias religiosas que en cualquier otro lugar que haya visto en México.

Cada vez que el sacerdote sale a visitar a los enfermos (cosa que ocurre todos los días desde que estoy aquí), él viaja por las calles en un carruaje tirado por cuatro mulas, precedido por una banda de música y varios hombres con lámparas encendidas y velas. Inmediatam­ente delante de las mulas hay dos ovejas, que siempre se ven corriendo, como a veces vemos a un perro corriendo y saltando juguetonam­ente al hocico del caballo.

El carruaje es seguido por una multitud de mujeres y niños, la mayoría con velas en la mano. Cuando se ve venir el carruaje por la calle, todos, hombres, mujeres y niños, se arrodillan dondequier­a que se encuentren (aunque sea en medio de la calle), y los hombres se quitan el sombrero, y en esta posición permanecen hasta que el carruaje se pierde de vista. Tienen una iglesia magnífica; se dice que su construcci­ón tardó 70 años y costó unos 7 millones de dólares. Me dijeron que la razón por la que le entregaron el lugar a Doniphan sin pelear fue porque tenían miedo de que las balas y los proyectile­s pudieran dañar la iglesia.

21 de abril - Ned y yo hemos estado ocupados este día comprando nuestras provisione­s y preparándo­nos para el camino, para que la fiesta comience el lunes por la mañana al amanecer. No he podido vender mi reloj, por lo que Ned y yo tendremos que caminar parte o la totalidad del camino, digamos 1000 millas, a menos que podamos comerciar con los indios más adelante en el camino.

Nuestro inventario de víveres se compone de 50 libras de harina, 12 libras de café, 10 libras de carne de cerdo (para la grasa), 4 libras de Palloncill­ias [ed.: piloncillo] o azúcar, 4 Alamodes de Panela [1 almud = 15 kg], y unas cuantas libras de carne seca. La Panela está hecha de maíz tostado, molido muy fino y endulzado con azúcar y algunas especias para darle sabor. Es un alimento muy agradable y nutritivo.

Se utiliza con agua fría o caliente.

Es uno de los alimentos más útiles que se pueden llevar en un viaje largo, ya que no requiere cocción y siempre está listo para su uso inmediato.

La Palloncill­ia [piloncillo] es una pequeña torta de azúcar, parecida en sabor y color a nuestro azúcar de arce.

Al hervirla con un poco de agua se obtiene una melaza muy fina.

22 de abril - Acabo de ver a un señor que llegó aquí hace dos días desde Durango; vino con carretas; dice que llevará a parte de nuestro grupo como escolta. Esto, Gracias a Dios, resolverá el problema para Ned y para mí. Fui esta tarde a ver la gran diversión nacional de los “mexicanos”, una corrida de toros, y estoy convencido de que no es más que una diversión cruel y bárbara.

El corral de toros es un lugar muy grande y hermoso, capaz de albergar a 3 mil personas, estaba lleno de todas clases y tipos de hombres, mujeres y niños, y parecían disfrutar mucho de las vistas. {FIN}

Contribuci­ón de: Willem Veltman, en colaboraci­ón con socios compañeros Arqueosaur­ios A.C. (1997): Alonso Armendáriz Otzuka, Arnoldo Bermea Balderas, Juan Latapi O., Francisco Rocha Garza, Luis Alfonso Valdés Blackaller, Oscar Valdés Martin del Campo, y Ramón Williamson Bosque. Envíanos sus comentario­s y/o preguntas a: arqueosaur­ios@gmail.com

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