¿Mejor que el de Dinamarca? Vaya falacia…
Fue ambición personal pura y dura. Gracias Clau...
Se necesita ser optimista para creer que, en cuestión de meses, al paso de los cinco que restan a la actual administración federal para ser exactos, el ahora desastroso, devastado sistema de salud mexicano consumará tal proceso de transformación que podrá equipararse y superar incluso al Dinamarca que, conforme a las mediciones más recientes avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ubica entre los tres más modernos, mejor equipados y funcionales el mundo, sólo superado por los de Corea del Sur y Taiwán.
Asumido de manera reiterada como uno de los más ambiciosos objetivos de su ahora declinante gestión, en efecto, nada parece más evidente ahora que el fracaso en el logro de tal propósito y, más aún, la inocultable regresión a niveles parcialmente superados en sexenios previos en el marco del llamado Seguro Popular que el tabasqueño y los suyos se encargaron de desmantelar y sustituir un modelo, que luego de más de cinco años no acaba de definir su naturaleza y objetivos, pues ha fracasado en cuanta tarea ha emprendido: desde la compra y distribución de medicamentos, hasta la operación de clínicas y hospitales…
¿Qué no? Acudamos y acerquémonos a conversar con las decenas, cientos de personas que un día sí y otro igualmente se ubican a las afueras de las clínicas del IMSS, del ISSSTE o del recién “estrenado” IMSS-Bienestar en espera de ser atendidos y recibir atención por los diversos males que enfrentan, para ser diagnosticados y recibir una receta que, al intentar surtir, simple y sencillamente les resulta imposible, pues los fármacos solicitados se encuentran agotados o, en el mejor de los casos, a ser programados para una intervención necesaria en los próximos cuatro, cinco y hasta nueve u once meses…
Caer entonces en una de las mayores falacias del actual gobierno implica no sólo una inocentada monumental sino, para el “pueblo bueno y sabio” en especial, una grave irresponsabilidad y una injusticia que en no escasas ocasiones termina con un mexicano más postrado o sin posibilidad de desempeñar un trabajo que le permita acceder al ingreso necesario para sostener a sus familias. De ese tamaño es el engaño que implica aquello de que, en los próximos cinco meses por venir, los mexicanos podrán beneficiarse de un servicio público de salud igual o mejor, incluso, al de la desarrollada Dinamarca.
* Mal y de malas el impresentable chapulín (ahora) verde, Adrián Rubalcava, que junto con sus “aplaudidores” a sueldo, debió atestiguar cómo decenas de militantes del partido oficial y sus aliados, liderados por Christopher Becerril, arrojaban al suelo sus desteñidas chamarras guindas, a fin de unirse a la campaña del frente Va por la Ciudad de México, que encabeza el panista Santiago Taboada. Ups…
* De llamar la atención, el despliegue dado en medios al supuesto simulacro de votación universitaria cuando en las instituciones se sabe que se citó sólo a alumnos de las facultades de Ciencias Políticas, Derecho y Economía, de las pocas unidades participantes, y más, que el ejercicio fue “operado” por los impresentables activistas John Ackerman e Imanol Ordorika. ¿Será?...