Israel libera a Roemer; le da prisión domiciliaria
EL ESCRITOR DENUNCIA que en su caso la política sigue estando por encima de la justicia; asegura ser “absolutamente inocente de barbaridades que se me han fabricado”
El exdiplomático Andrés Roemer obtuvo su libertad para seguir en prisión domiciliaria con monitoreo electrónico el proceso en su contra por el presunto delito de violación en México, ya que los jueces israelíes consideraron que no es una persona peligrosa.
Con esta determinación judicial, Roemer salió de una cárcel de Israel donde se encontraba preso desde octubre del año pasado, tras ser buscado por la justicia mexicana, ya que enfrenta más de 20 denuncias penales por supuesto abuso sexual y comportamientos inapropiados en México.
Andrés .Roemer
DESDE EL 2021, México presentó a Israel un total de cinco solicitudes de extradición formales contra el exdiplomático, acusado de abuso sexual agravado y violación.
La embajada de Israel en nuestro país confirmó que Roemer salió libre en diciembre del año pasado, luego de que un juez decidió cambiar las condiciones de detención del connacional por arresto domiciliario.
Mediante una nota informativa, la representación israelí en nuestro país dejó en claro que el proceso judicial contra el exdiplomático seguirá su curso.
A través de sus redes, Andrés Roemer aseguró que con esta decisión que, dijo, parece ser el primer caso de arresto domiciliario en su circunstancia, dejará de vivir un “infierno inimaginable”.
“Israel descubrió mil falacias mexicanas y evalúo a detalle que yo tengo de peligroso lo que un peluche conlleva. Falta mucho aún. La política sigue estando por encima de la justicia”, aseguró.
El exdiplomático agregó que “estar fuera de la cárcel en medio oriente, entre hebreo y árabe… durante la guerra y siendo absolutamente inocente de barbaridades que se me han fabricado… es un sentimiento de gracia y hierofanía”.
En su cuenta de X, publicó que “fueron 76 días… más de 25 de ellos con la misma ropa, nunca con un espejo, siempre acosado a la violencia. Al final del camino yo reconozco; que no es un pedazo de pan o de papel de baño lo más inexorable de la existencia; sino las personas que uno ama y de quien uno es amado. Mis amigos, familia, pos pareja, cuñadas y cuñado, amados tanto”.
Resaltó que “en contra de las estadísticas más robustas, salí de la cárcel”, tras señalar que “la historia vivida en mis últimos años es inefable. Me abandonó el mundo. A pesar de ello en prisión escribí mi ser y sentir”.
Mencionó que plasmó en un libro lo vivido dentro de una prisión israelí. “En el libro (pronto a publicarse): “La verdad ya no importa”. Aparecen mucho de sus nombres. Mi gratitud. La primera parte: “la cacería”, la segunda: “la jaula”.
“Todo es parte de la trilogía (tres libros) que he escrito. (Brainwashing, Nadie Más). Les comparto toda mi historia y la genealogía de la misma. Aun cuando la verdad ya no importa. Tengo una gratitud inmensurable con sus ánimos y apoyo. Me significaron y dieron aliento en un infierno inimaginable”, indicó.
Roemer refirió que “estos días fuera de prisión he estado necesitado de silencio y resguardo. Ello no quita que los he tenido presentes y agradecido cada instante. Tenemos tanto que compartir. Con la esperanza de que la verdad salga a la luz algún día y se vislumbre justicia”.
Andrés Roemer aseveró que “al principio me prohibieron decir que estoy fuera, por otro lado, sorpresivamente; me necesité aislado y en recuperación. Estoy aquí. Ustedes siempre han estado en mí. Los amo, gratitud eterna”.