Attal no calma la cólera de los agricultores franceses
Cerco a París El primer ministro reitera sus medidas que los sindicatos consideran insuficientes, mientras Europa aparca el acuerdo con Mercosur
Vestidosolemnemente con los colores azul, blanco y rojo de la República francesa, el primer ministro, Gabriel Attal, ofreció su primer discurso frente a la Asamblea Nacional ayer, tratando temas tan diversos como la educación, la ecología y la energía nuclear. Pero la gran expectativa estaba en los anuncios que pudiera hacer sobre el sector agrícola que –en teoría– ayudarían a calmar las protestas que mantienen a casi 50.000 agricultores movilizados por toda Francia desde hace una semana, bloqueando las vías de acceso a Parísyamenazandoconhacertambalear la alimentación nacional. PeroAttaldecepcionó.Susmedidas resultaron pobres e insuficientes para los productores del agro y no calman –ni de lejos– los ruidos de los tractores.
Los cinco puntos en los que Attal asegura estar avanzando son los siguientes: reforzar el dispositivo fiscal destinado a ayudar a los ganaderos para «hacer frente a la inflación, en particular sobre el precio de sus animales». El dispositivo ya permite deducir actualmente 150 euros de impuestos por cada vaca de corral. Endurecer los controles sobre los distribuidores de productos agrícolas, para evitar el incumplimiento de las normas que garantizan un porcentaje justo de ganancia sobre el precio del productor. También se ha decidido reconducir las cantidades recaudadas por concepto de multas hacia el «apoyo a los agricultores». Crear un fondo de emergencia para los viticultores, especialmente los de la región de Occitania. Poner en marcha un plan de control de la rastreabilidad de los productos agrícolas para «garantizar una competencia leal». Y, finalmente, elevar el debate a nivel europeo de tres prioridades: los porcentajes de barbechos (tierras no sembradas en reposo), las importaciones ucranianas –en particular de aves de corral– y las negociaciones con Mercosur, que tanto asustan a los agricultores franceses, que ven venir una avalancha de productos latinoamericanos a bajo precio. En este sentido, la Comisión Europea ya anunció ayer mismo que las condiciones no están dadas para firmar un acuerdo con Mercosur. Una preocupación menos en la lista de los agricultores y ganaderos franceses.
Attal también prometió acelerar las ayudas de la Política Agrícola Común, otorgadas por la Unión Europea y que en Francia ascienden a 9.500 millones de euros anuales, la cifra más alta en este sistema, seguida por España que recibe 6.900 millones. El primer ministro Attal aseguró que los fondos
Con respecto al trabajo, el «premier» promete una ley que mejore lossalarios,quepuedaelevarlospor encima del mínimo, con el fin de evitar que se gane más en el paro que trabajando. También anunció una nueva rebaja fiscal de 2.000 millones de euros para la clase media y afirmó que las prestaciones sociales se pagarían sin ningún procedimiento especial para los beneficiarios. En educación, el Gobierno activará los internados para aquellos alumnos menores de 16 años que «entren en la espiral de la delincuencia». También dará carta blanca a los profesores para decidir si un estudiante debe repetir el año escolar, de acuerdo con el rendimiento en clase. Para finalizar con un toque personal, Attal mencionó por primera vez su homosexualidad ante la Asamblea Nacional, asumiéndola como el símbolo de una Francia modernaydeavanzada.«Hacediez años nuestro país estaba dividido con respecto al matrimonio para todos. Pero ser francés en 2024 significa poder ser primer ministro aceptando abiertamente la propia homosexualidad».