Entre el asombro y el desconcierto
a compañía Ballet Males on Pointe hace un disruptivo acercamiento a este arte con Men in Pink Tights, en el que bailarines deconstruyen estereotipos subiéndose a las puntas para reinterpretar clásicos como El cascanueces y La muerte del cisne.
“Lo que hemos hecho es deconstruir los estereotipos de lo que un hombre o una mujer pueden hacer, a través de las posibilidades que encontramos en las puntas. Creemos que trae diversidad para la danza, ayuda a atraer a públicos que no se han acercado a la danza”, dijo en entrevista con La Razón el productor de la puesta y fundador de Ballet Males on Pointe, Tonatiuh Gómez.
En esta producción, la agrupación conjuga la elegancia y técnica del ballet con la comedia, para quitarle solemnidad a este arte.
“Es una combinación de ballet tradicional con todo lo que implica, la elegancia, la técnica, las capacidades extraordinarias que tienen los cuerpos para hacer figuras; y la comedia, que es la otra parte. No nos burlamos para nada del ballet, sino de las historias”, explicó.
La primera parte del montaje se conforma de los Pas de deux de Diana y Acteón, Harlequinada y Pas de Quatre. Además de La muerte del cisne, la trágica obra de Michel Fokine que bailó por primera vez la célebre primera bailarina Anna Pávlova.
“Generalmente es un acto trágico y doloroso, estás viendo a un cisne morir, lo que se hace en esta versión es que continúa siendo este mismo cisne que está a punto de fallecer, pero tiene un acento claro en la comedia, ves al bailarín rezándole a Diosito, persignándose para que lo lleven
EL ELENCO al cielo, es más ese tono para interpretar esta pieza”, describió el también bailarín Tonatiuh Gómez.
La segunda parte de la gala, bajo la dirección artística de Víctor Treviño, incluye el clásico de Navidad, El cascanueces, que ahora llegará en verano a las ciudades de Culiacán, Guadalajara, Chapala, Tijuana, Cuernavaca, Monterrey y Cancún, entre otras más, desde el 31 de mayo hasta el 6 de julio.
“Es un elenco de 14 bailarines de diferentes partes del mundo, en algunos momentos de las historias o la pantomima, es donde se incluyen estas bromas, esta parte cómica”, detalló el también primer bailarín del Ballet de San Diego.
En esta adaptación, Clarita desaparece y todos se unen para lograr encontrarla, dando lugar a las clásicas danzas que incluye este ballet: española y árabe, por mencionar algunas.
“Cuando encontramos a Clarita logramos celebrar, cada personaje empieza sus danzas como las vemos de manera tradicional, pero en lugar de ver a una chica haciendo pirouettes hermosas, vas a ver a un chico haciendo lo que hace una chica, pero en puntas, se vuelve también algo extraordinario”, dijo Gómez.
El productor destacó que de esta manera se logra quitar solemnidad a este tipo de obras, ya que la idea es que tanto aficionados del ballet y la danza, como aquellos que por primera vez se acercan a este arte, puedan entenderlo y disfrutarlo completamente.
“Generalmente en el ballet tradicional no tienes oportunidad de reírte, hay un cierto código de comportamiento, cuándo debes aplaudir y cuándo no, en este tipo de espectáculos que nosotros ofrecemos se rompe un poco con esto, entonces, creo que sensibiliza un poco más a las personas, incluso quienes no habían tenido oportunidad de ir al ballet, se vuelve padre para personas que van por primera vez. La gente piensa que el ballet es aburrido, que no le entienden a la pantomima. Nosotros lo contamos tropicalizado”, finalizó Tonatiuh Gómez.
EL MONTAJE que presenta Ballet Males on Pointe, incluye composiciones de Cesar Pugni, Riccardo Driggo, Camille Saint-Saens y Tchaikovsky.
LA COMPAÑÍA Males on Pointe reinterpreta clásicos como El cascanueces y La muerte del cisne; Tonatiuh Gómez señala que bailarines deconstruyen estereotipos subiéndose a las puntas
ASOMBRO y desconcierto fue lo que provocó una intervención realizada con Inteligencia Artificial de la partitura inconclusa del Réquiem de Mozart, la cual se presentó con una coreografía creada por Irina Marcano, como parte del El Aleph. Festival de Arte y Ciencia.
El programa se conformó de dos partes, en la primera, los espectadores disfrutaron con música en vivo, el ballet Réquiem de Mozart, que creó la fallecida coreógrafa y fundadora del Taller Coreográfico de la UNAM, Gloria Contreras. Una pieza que se distingue por la precisión en la ejecución de cada bailarín, pero también por expresar esperanza y fe. El público estalló en aplausos en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, la tarde del domingo.
Tras una pausa y de que Irina Marcano, actual directora del Taller Coreográfico de la UNAM, explicara que a partir de la Inteligencia Artificial y humana se intervino la partitura inconclusa del Réquiem de Mozart, se presentó el resultado de esta propuesta con Misa en IA, coreografía concebida ex profeso para el proyecto.
Los bailarines se quitaron los leotardos completos y en tonos pastel, para ejecutar la pieza con atuendos en color negro más contemporáneos. Mientras ejecutaban la coreografía, sonaba la música creada a partir de la Inteligencia Artificial, que tuvo entre sus particularidades seguir patrones que casi nunca cambiaban.
Y es que el trabajo realizado por el Seminario de Investigación en Música, Matemáticas y Cómputo, consistió en analizar la obra de Mozart y otras misas para hacer un análisis estadístico de la obra del compositor para, a partir de la
IA, crear la música, que tuvo que ser intervenida por los expertos, con el fin de darle coherencia.
La pieza fue interpretada en vivo por el Coro Staccato y la Orquesta Juvenil Eduardo Mata. Al finalizar, entre aplausos tímidos, los espectadores reaccionaron a la propuesta.
“En particular no me gustó, siento que no se escucha realmente a Mozart, se supone que la Inteligencia Artificial tendría que tomar los patrones para replicar lo que el compositor original escribió, se escucha algo completamente contemporáneo, no pensaría que es el mismo autor; aunque pensando que es una obra actual, tiene su particularidad. En general me gustó, pero tiene sus matices este tema de la Inteligencia Artificial”, dijo a La Razón Priscila Pineda, una de las espectadoras.
Mientras que para Alma Sánchez fue una música que le sorprendió, pero consideró aún lejana a Mozart. “La propuesta fue bastante interesante, pero a mi gusto dista mucho, no vamos a pensar nunca que es parte del Réquiem de Mozart, aunque fue una propuesta que me dejó boquiabierta, es parte de lo que hace la Inteligencia Artificial también”, expresó a este diario.