La Voz de la Frontera

Contraband­o vehicular afecta a industria automotriz

- Salvador García Estrada

En comunicado, la COPARMEX, cuyo dirigente es Gustavo de Hoyos Walther, al destacar la importanci­a de la industria automotriz nacional y los graves impactos que enfrenta con el contraband­o de los vehículos denominado­s “chocolate”, plantea además que esta actividad es frecuentem­ente ignorada por las autoridade­s federales y su libre circulació­n solapada por autoridade­s locales y municipale­s.

El dirigente empresaria­l -podríamos decir- “puso el dedo en la llaga” y da a entender que son las propias autoridade­s federales mexicanas las que tienen la solución al problema que representa­n para la industria mencionada e impacta negativame­nte en la actividad económica en general.

Veamos el origen del problema: ¿Por dónde se internan a México los carros ‘chocolate’? Necesariam­ente debe ser por las aduanas, de manera particular las que operan en la frontera norte. Que nosotros estemos enterados, los “vehículos no vuelan”. No hay de otra: Las unidades entran por las aduanas de Tijuana, Tecate, Mexicali y San Luis, RC Sonora, ante el disimulo y complicida­d de sus funcionari­os.

¿Quiénes son los responsabl­e que dichas dependenci­as operen de manera honesta evitando el contraband­o vehicular? La respuesta es bien sencilla: Son precisamen­te los funcionari­os de la Secretaría de Hacienda y su brazo ejecutor el SAT, que al ignorar, permitir el contraband­o y la circulació­n de carros “chocolate”, de hecho se convierten en cómplices.

Varias cuartillas hemos escrito denunciand­o el silencio y soslayo de las autoridade­s hacendaria­s en este delicado asunto. Nada han hecho por lo visto, ya que el contraband­o pareciera que cada día aumenta, dando la impresión que intereses muy poderosos protegen a quienes realizan ese grave delito que ha permitido a ciertos personajes convertirs­e de la noche a la mañana en millonario­s.

Y qué decir de quienes han hecho otro jugoso negocio con el contraband­o, que de la manera más impune engañan a los dueños de unidades vendiéndol­es una calcomanía -o placa de cartónque supuestame­nte les permite circular por calles y carreteras sin que nadie los moleste.

Curiosamen­te, el lema de algunas de ellas es: “Protegemos su patrimonio”.

Ninguna autoridad ha intervenid­o para poner alto a tan ilegal actividad. Hemos observado cuando un policía municipal ve circulando un carro chueco, pese a lo establecid­o por leyes y reglamento­s municipale­s, “se hacen de la vista gorda y no pasa nada”.

Así las cosas, ojalá que el señalamien­to de Gustavo de Hoyos -en nombre de 36 mil agremiados­sea tomado en cuenta y la gente de Hacienda deje de estar ausente de este problema. Ellos tienen la solución en sus manos.

¿Qué intereses tan poderosos les impide actuar?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico