UN NUEVO CRUZ AZUL
LA MÁQUINA COMIENZA A ACOSTUMBRARSE A REMONTAR Y GANAR SOBRE EL FINAL DE LOS PARTIDOS
Hay una nueva mística en Cruz Azul con auténtico sabor charrúa. Esa maldición que por tantos años sufrió y por la cual recibía severas críticas, actualmente la disfrutan, la hicieron suya y ahora la sufren sus rivales.
Los goles en los últimos minutos y las remontadas a su favor, en este 2020, se han vuelto una constante para el conjunto cementero. Si ostentan la marca de 17 partidos sin perder, 12 de ellos de carácter oficial y cinco amistosos, es en gran medida por los cinco cotejos donde nunca bajaron los brazos, donde intentaron hasta el final y la recompensa les llegó en el último suspiro. Esta Máquina es otra, no da ningún juego por perdido, situación que vuelve a ilusionar a sus fieles aficionados, quienes esperan que este año sea el bueno.
La primera vez que lo hicieron en el año fue ante los Tuzos en el Coloso de Santa Úrsula, en la Jornada 5 del Clausura 2020. Al minuto 80, el duelo estaba empatado 1-1. Los hidalguenses abrieron el marcador por conducto de Luis Chávez, aunque Santiago Giménez lo empató casi de inmediato. En los últimos 10 minutos, y a pesar de tener un hombre menos con la expulsión de Ceppelini, Jonathan Rodríguez, de penalti, y Escobar le dieron la vuelta al marcador.
Dos semanas después en la fecha 7, La Máquina pitó de nuevo en los últimos minutos. En el estadio Azteca, los cementeros abrieron el marcador gracias a Luis Romo, pero Javier Aquino empató en la parte complementaría. Al minuto 81, Cruz Azul puso cifras definitivas. Adrián Aldrete, con un tiro libre y mucha suerte, mandó el balón a la red ante la mirada atónita de los jugadores regiomontanos.
A nivel continental también le salió a los celestes. En Jamaica, La Máquina sufrió de más y estuvo a punto de ser descarrilada al ritmo de reggae. El Portmore United impuso condiciones con la anotación de Rondee Smith. A pesar de la lesión de Pablo Aguilar, Cruz Azul logró la remontada de forma agónica. Al minuto 94, Passerini empató y al 98, Jonathan Rodríguez puso la victoria.
En pretemporada también lo lograron; el parón no frenó su paso. Fue en la antesala de la final de la Copa por México ante los Tigres. Luis Quiñones abrió el marcador en Ciudad Universitaria. Cuando parecía que los felinos se llevarían la victoria, en el último suspiro el chileno Igor Lichnovsky se alzó en el área y con un cabezazo colocado venció al portero Nahuel Guzmán, que decretó el empate. En penaltis, La Máquina salió avante.
En la final del torneo amistoso los cementeros siguieron con la misma tónica ganadora. En el Olímpico de CU, el Rebaño Sagrado se adelantó con tanto de Alexis Vega. No pasó mucho y Cruz Azul empató con un autogol de Hiram Mier. La presión de los capitalinos por el gol del gane produjo una pena máxima en el último suspiro. Al minuto 94, Cabecita marcó desde los
El equipo no bajó los brazos, ese es el que quiero ver, después del empate íbamos por el triunfo. Con esta mentalidad tendremos esa mística ganadora" ROBERT DANTE SIBOLDI DT CRUZ AZUL
once pasos y el trofeo se fue a La Noria.
Ya en el Guard1anes 2020, la mística no cambió. A pesar del diluvio que cayó en la Angelópolis, los azules supieron sobreponerse a eso, así como al marcador adverso que tuvieron por más de 40 minutos. Puebla saboreó la victoria con el tanto de Pablo González, pero los cementeros no bajaron los brazos. Orbelín Pineda, al minuto 92, sacó su magia y con un zapatazo fue suficiente para el empate.