Otras categorías también podrían ser investigadas
El constante sonido de los billetes que emite el negocio del futbol mexicano puso en alerta a la Unidad de Inteligencia Financiera. Lo que antes era visto con ojos recreativos asomó acaso algo de maldad. El convenio firmado con la Federación Mexicana de Futbol les permitió acceder de manera relativamente sencilla a ciertos datos reveladores sobre los equipos de la Liga MX, sin embargo, el universo es tan amplio y los actores que se mueven sigilosamente entre la industria son tantos que la historia apenas comienza. Es difícil seguirles el rastro.
Más allá de que el convenio se firmó para detectar posibles actividades de lavado de dinero en los equipos de la Primera División, el Diario de los Deportistas pudo saber que las investigaciones no están limitadas únicamente para la máxima categoría. La UIF tiene la facultad de investigar lo que crea conveniente, así sea de las divisiones inferiores o de las diversas ligas que conforman el ecosistema del futbol mexicano. Incluso jugadores y promotores podrían estar en la mira. El hilo, si se le tira, no tiene límites.
Lo mismo ocurre con las Ligas de otros deportes, en las que, más allá de no existir convenio alguno, si se detecta actividad sospechosa, comenzarán las pesquisas. Los datos y los movimientos son como una carta abierta, el verdadero reto es dar con ellos.
A lo largo de los años, la propia Femexfut ha intentado limpiar sus filas. Establecer criterios para que los empresarios que invierten en el futbol comprueben su legitimidad. A veces con éxito, otras no. No son nuevas las historias de los negocios turbios en el futbol nacional, los relatos de pistoleros, los estadios secuestrados por las mafias. /