EL REY DEL BULLYING
Dueño de una melena que es un chiste por sí misma, Alfred Matthew Yankovic se ha ganado un lugar especial en la industria musical al parodiar, desde hace años, grandes éxitos de la música popular (YouTube, ahora). Gracias a su inconfundible sentido del humor, este tipo ha vendido 12 millones de discos y ha ganado el Grammy en cuatro ocasiones, pero, sobre todas las cosas, ha sobrevivido a todas las modas. Su más reciente álbum, Mandatory Fun, debutó en primer lugar de Billboard.
Weird, tu pelo es casi como tu firma.¿Es natural o hay mal trabajo de estética? — Mucha gente sigue creyendo que lo que tengo es un permanente que me ha quedado mal, pero tengo que dejar en claro que tengo un pésimo peinado natural. A la fecha, no ha habido una sola marca de shampoo que me haya hecho una propuesta... y yo sigo esperando ese llamado. ¿Cómo eliges las canciones para burlarte? — Por lo general, tienen que haber alcanzado los primeros puestos de Billboard o ser muy populares. Hay muchas que pueden parecer ideales, pero luego, por más que trate, no encuentro una buena idea para reírme. ¿Necesitas permiso del cantante para parodiarla?¿Te han reclamado? — Siempre pido permiso a los compositores para evitarme problemas, en realidad lo mío es un homenaje. Quiero que ellos sientan que son parte de la broma. Por ejemplo, cuando compuse “Eat It”, para mí era muy importante que Michael Jackson me diera su bendición. En realidad mi carrera tomó un rumbo diferente a partir de que él me permitió parodiar su canción. En “Like a Surgeon”, por ejemplo, la idea fue de Madonna. ¿Tenías un plan b por si hacer reír no te funcionaba como carrera? — Claro. Tengo un título en arquitectura, aunque no lo creas. Fui a la universidad pero cuando estaba en tercer año me di cuenta de que no quería ser arquitecto. Me apasionaba la música y la comedia, trabajaba en la radio de la universidad en donde hacía “The Weird Al Show” durante tres horas cada sábado. De ahí me quedó el nombre, de pasarme tres horas delirando en el aire, que era lo único que realmente disfrutaba. ¿Cómo ha cambiado el oficio de reír? — En la actualidad, todo gira en torno a internet. Por eso intento promocionar mi nuevo disco a través de videos virales. Todo pasa por incorporar las nuevas tecnologías y dejarse llevar por la corriente.