DE LA PISTA A LA CALLE
El nuevo Corvette Z06 nos dejó asombrados: más allá de sus 650 hp, su tecnología es digna de una escena de Transformers.
Tenía mucho tiempo que no me ponía tan nervioso al volante. Era de esperarse: el nuevo modelo de Chevrolet, en su versión más deportiva, logró desatar en mí más adrenalina de la que pensaba que se podía sentir. Y es que, si de por sí resulta complicado pensar en el poder de 650 caballos de fuerza, más difícil aún es imaginar que puedes controlarlos.
Su primo, el Corvette Stingray, debe estar muy orgulloso de tan magnífico pariente: el modelo Z06 es ejemplo de cómo la tecnología de un auto de pista puede ser llevada a la calle de manera precisa. En la ciudad, me sentía como en una escena de Transformers, gracias a sus interiores totalmente computarizados, pantalla touch, tablero digital y asientos deportivos. Las miradas de los vecinos eran atraídas por el amarillo radiante de la carrocería. “¡Mira, papá, un transformer!”, decían.
Fuera de la ciudad, al pisar el acelerador a fondo, el poder de este v8 es inigualable. Va de 0 a 100 en 2.9 segundos y tiene una velocidad máxima de 360 km/h. Incluso, me sugirieron cambiar el techo panorámico por el de fibra de carbono diseñado para altas velocidades, pero no lo hice porque, bueno, debo admitir que no rebasé los 260 km. En cuanto al rugido, ¿qué puedo decir? En las primeras tres horas es un placer escuchar las cuatro salidas del escape, pero, al sonar Last Nite, de The Strokes, es momento de subir las ventanas para disfrutar su sistema de sonido Bose a todo volumen.
Todo esto pude hacerlo porque me sentía protegido por sus bolsas de aire, su chasis de aluminio, sus frenos antibloqueo en las cuatro ruedas y su sistema OnStar: con tan sólo oprimir el botón rojo, en segundos, una operadora pregunta cuál es la emergencia. Después, el botón azul permite platicar con un operador capaz de monitorear el estado del auto, apoyar con direcciones que son cargadas al auto o platicar un rato: “¡Quiero ser un Autobot! Pero será la próxima vez”, le dije antes de que me cortara la comunicación.