SECRETO DE GENERACION´
Franco Brezza, mánager global de producción de Martini & Rossi, nos lleva hasta el norte de Italia para conocer los secretos del histórico espumoso.
“¡Franco! Presta atención: lo que te he enseñado, lo que has visto en el campo, lo que has tomado del vaso y lo que pondrás en la botella tiene un ingrediente esencial: pasión. Respétala y búscala, o retírate del negocio”. Para Franco Brezza, estas palabras que le dijo su padre, uno de los tres legendarios productores de espumosos de Martini & Rossi, fueron determinantes para entender que trabajar en los viñedos de Pessione, Italia, era un privilegio heredado al que debía responder con —claramente— pasión: tocar con los ojos, oler con los oídos, mirar con la boca...
Para Brezza, alumno adelantado y responsable del área de espumosos de la marca —y, por supuesto, encargado de mostrar a detalle la producción en los impresionantes campos del norte de Italia—, cualquier botella de Mar- tini requiere la puesta en escena de los cinco sentidos, con el fin de obtener el vino que por más de 150 años ha cautivado a figuras del cine, la cultura y la mixología.“Por más de un siglo, hemos construido una marca que no sólo habla de calidad sino de historia. Nuestros campos pueden contarte el gusto de Luciano Pavarotti, la ironía de Sophia Loren o las costumbres de cualquier buen bebedor, pero, sobre todo, pueden contarte la importancia de estar donde se celebra. Esa pasión es la que me enseñaron siempre como lección final. Aquí no se hace un espumoso, se hace un acompañante del festejo no sólo de las fechas marcadas en el calendario, sino del día a día”, dice Franco, mientras separa las uvas con la experiencia y la satisfacción de conocer cuándo han adquirido la pasión que se necesita para estar en la botella.
Martini tiene más de 150 años. “La marca está ligada a momentos históricos en el cine, la televisión y el deporte, pero, sobre todo, a los recuerdos. Lo que mi padre me enseñó es a respetar esos momentos y saber que somos la cereza de las grandes celebraciones. Esa responsabilidad no se ve en la botella, pero tratamos de imponerla en cada uva. Al final, llevamos Pessione hasta cualquier rincón de México y el mundo con la idea de multiplicar la felicidad de reunirse y compartir”, finaliza Brezza, con copa en mano, para dejarnos en claro que Martini no sólo es para celebrar momentos únicos, sino para hacer de cualquier momento algo único. Y al mirar el proceso de su fabricación, al entrar a la tradición detrás de la belleza de sus campos, uno puede entender a la perfección que el detalle sigue enfocado en las palabras que le dijo su padre para entender cómo se hace un espumoso de Martini: o encuentras pasión en cada uva o mejor no la cortes.