EN CASA DEL HERRERO
Svante Őquist, la mente maestra detrás de la versión sueca de la revista ELLE Decoration, nos recibe en su casaestudio, donde todo tiene estilo, historia y razón de ser.
Desde el primer contacto que tuvimos, Svante nos advirtió: su casa, construida en 1955 por el arquitecto Eskil Sundahl, bien podría pertenecer a la era contemporánea. Con detalles innovadores para su época, como cortineros invisibles, chimenea (a nivel de piso) sin manto, ventanales panorámicos con vista al jardín y fachada completa en tabiques, la bautizada como Villa Sundahl —en honor a su creador— pasa sin problemas la prueba del tiempo.
“Admiro la visión que tuvo Eskil: cuando la adquirió su dueña anterior, en los 70, la construcción parecía de la década y, ahora, 45 años después, también se ve actual”, asegura. Al adentrarnos más en cada rincón y al conocer su estudio observamos detalles propios de su oficio y su personalidad. Repisas cubren las paredes de techo a piso en las que colecciona objetos representativos de todas las eras de su vida: libros, juguetes y fotos, todos en continuo cambio porque añade constantemente más recuerdos.
Editor por más de 12 años de la versión sueca de ELLE Decoration, Öquist no es ajeno a las piezas de autor, pero tampoco se obsesiona por tenerlas todas: “Al diseñar un espacio, tengo varias recomendaciones: no tenerle miedo al color ni a hacer algo inesperado. Atreverse a hacerlo personal, es el principio de ELLE Decoration y yo comparto esa filosofía, soy muy afín a la revista que dirijo. Mi espacio es el mejor ejemplo: en la misma sala puedes ver cómo conviven un sillón de B&B Italia, un sofá clásico sueco y un tapete de Kasthall; los tres juntos son armónicos. Me gusta sorprender y es el efecto que busco que provoque mi casa-estudio”.