ADIÓS AL FANTASMA DE ABBA
Hace 35 años, Stephan Jacobs decidió renunciar a una tienda de música donde trabajaba para abrir la suya, sin imaginar que, con el paso de los años, se convertiría en referente de los melómanos de la región. Su tienda Pet Sounds —un evidente homenaje a los Beach Boys— está ubicada en la zona bohemia de Estocolmo. Lo mismo es visitada por los lugareños que por celebridades... y es la parada obligada para dejar atrás el fantasma de Abba que pesa sobre Suecia. “Cuando abrí este lugar, se convirtió, de inmediato, en el lugar de reunión de varios músicos”, asegura.
Así, rápidamente se convirtió en un lugar lleno de gente hablando de música. “Fue tal el ruido que generó Pet Sounds que hemos tenido la visita de personalidades como Elvis Costello o Quentin Tarantino, quien ya ha venido tres veces”, confesó Stephan. Aunque, a decir verdad, no todo ha sido miel sobre hojuelas en el negocio: con la llegada del streaming, tuvo que sufrir para mantener viva la tienda.“El nacimiento de Spotify en 2008 nos pegó mucho. La gente comenzó a descargar canciones desde la red y se olvidaron un poco de lo lindo que es tener en las manos un acetato, una portada o una edición para coleccionistas físicamente, sin embargo, poco a poco han regresado esa sensación de poseer un disco físico”.
Recorrer Pet Sounds es una experiencia. Caminar entre los cuatro mil CD y 20 mil viniles que hay dentro de la tienda, clasificados por género, por país y por autor, es un reto a la paciencia, pero, sobre todo, a la cartera, más aún si el recorrido viene acompañado de las recomendaciones de Jacobs, como las que anotamos a un costado de este texto. “El disco más caro que he vendido es Please Please Me, de The Beatles, por la nada despreciable suma de 25,000 coronas suecas (50,000 pesos aproximadamente)”, recuerda, mientras visitamos los últimos rincones. Queda claro que estamos en la tienda de dulces perfecta para cualquier melómano que tenga varias horas de su tiempo —y, quizá más importante, una o varias quincenas— para gastar.
Ubicada en el barrio de Södermalm, en Estocolmo, la tienda Pet Sounds conquista ojos, oídos y corazón de los melómanos escandinavos.