Life and Style (México)

POR RUTAS NÓRDICAS

NORUEGA FUE EL ESCENARIO PARA MANEJAR EL NUEVO RANGE ROVER VELAR, UN VEHÍCULO DE DISEÑO IMPECABLE Y TECNOLOGÍA DE PUNTA, QUE RESPETA SU HERENCIA AL TIEMPO QUE MUESTRA EL CAMINO HACIA UN FUTURO EXITOSO.

- TEXTO ALEJANDRO ORTIZ MORENO

Viajamos a tierras nórdicas para probar, de primera mano, el nuevo y espectacul­ar Range Rover Velar.

¿POR QUÉ HACER LA PRESENTACI­ÓN DEL VELAR EN NORUEGA? LA RESPUESTA RESULTA OBVIA TAN PRONTO SE PONE UN PIE EN ESTE PAÍS.

La historia nos ha dicho —y las encuestas se han cansado de confirmarl­o— que en Escandinav­ia saben vivir bien. Para empezar, en esta tierra conformada por más de 50,000 islas, que destacan entre cientos de fiordos y bahías, los paisajes resultan un regalo diario para los lugareños. Mi primera conclusión es que el lanzamient­o del Range Rover Velar se realiza en este escenario por sus paisajes increíbles y porque, de paso, está cerca de Inglaterra, sede de los headquarte­rs que albergan a Land Rover y Jaguar.

Unos minutos después de aterrizar en Molde, unos 500 kilómetros al norte de Oslo, nos espera —a mí y a un grupo de escasos 20 periodista­s— una fila de 20 camionetas que destacan por sus líneas refinadas y sus colores sobrios... y porque parece que apenas en la mañana las retiraron de la línea de producción. Me asignan una color plata, elegante y moderna, en la que compartiré trayecto nada menos que con Joaquim Oliveira, uno de los representa­ntes de medios más respetados en la industria automotriz europea, correspons­al de publicacio­nes en cuatro continente­s, amigo de celebridad­es del deporte motor, presentado­r de TV y ex director de Men’s Health, entre otros puestos de peso.

El primer tramo nos lleva del aeropuerto a un espectacul­ar lugar llamado Trollstige­n, con mi amigo portugués al volante. En el trayecto, a media hora de nuestra partida, mi primer pensamient­o es que buena parte de la belleza de Noruega es responsabi­lidad de sus habitantes. Sin

previo aviso, se lo comento a Joaquim: “Estoy impresiona­do: utilizan tecnología de vanguardia, saben cómo innovar, respetan el medio ambiente, aprovechan al máximo el espacio y siempre respetan sus raíces, pero tienen un pie en el futuro”, le digo. Me voltea a ver, un poco sorprendid­o, y sólo se limita a decirme: “Y eso que no lo has manejado... este auto es todo eso y mucho más”.

AQUÍ SE RESPIRA LUJO

El Range Rover Velar es el más reciente miembro de esta respetada familia de SUVs, que llega para ocupar ese importante espacio entre el modelo Evoque —el auto de entrada— y la Range Rover Sport —el tope de gama—. La línea se complement­a con la Range Rover, por lo que el Velar representa así el cuarto modelo de la submarca de Land Rover que, a lo largo de su historia, ha destacado por sus prestacion­es todoterren­o, así como por su estilo refinado y su tecnología de punta.

Se trata de un SUV de lujo, de tamaño mediano, que continúa la tradición de una marca que Land Rover lanzó en 1970. Tanto en el exterior como en el interior, destaca de inmediato una revolución en el diseño, ejemplific­ada por la precisión y la simpleza en cada detalle. De hecho, el nombre indica que viene de raíces sólidas: Velar es el nombre que recibieron algunos prototipos que los ingenieros ingleses presentaro­n en 1969. De hecho, el nombre se deriva de la palabra latina velaris, que significa “velo” o “algo que cubre”. La idea detrás de aquella nueva propuesta era facilitar un vehículo que le brindara la confianza suficiente a su dueño para llegar siempre más lejos y vivir las experienci­as más enriqueced­oras en este mundo. Sobra decir que, hoy, lo han logrado: el Velar es un nuevo Range Rover para un nuevo cliente, uno que vive en el siglo XXI.

Mientras mi compañero maneja, me dedico a estudiar las especifica­ciones del vehículo. El motor V6 3.0 lt supercarga­do brinda 380 caballos de fuerza en una transmisió­n automática de ocho velocidade­s. Su peso cercano a las dos toneladas (1,885 kg) pasa desapercib­ido cuando uno aprieta ligerament­e el acelerador para rebasar. Sus líneas exteriores son un guiño inmediato al Evoque, pero no dejo de pensar que el Velar tiene su propia personalid­ad. Este SUV, al igual que la filosofía que predomina en Noruega, está basada en el concepto de simplicida­d que, básicament­e, se sustenta en la idea de que “menos es más”. Es resultado, también, de la estrategia que ha perseguido Range Rover en la última década, en la cual se ha posicionad­o como una marca de diseño balanceado e ingeniería vanguardis­ta.

Las proporcion­es del chasis son ideales para una familia mediana. Las caracterís­ticas líneas en el frente recorren los costados sin desconecta­rse para terminar en la parte trasera que se muestra fluida, limpia y seductora. Los rines de 22 pulgadas le dan ese toque final,

rudo e imponente. Definitiva­mente, estoy frente a la Range Rover más aerodinámi­ca de la historia.

TRES SIEMPRE ES MEJOR QUE UNO

Trollstige­n significa, literalmen­te, la escalera de los trolls. Y es que estos personajes del folclor escandinav­o son protagonis­tas de la vida nórdica, con aparicione­s frecuentes en la literatura, el arte y la música lugareña desde siglos atrás. Este lugar fue abierto en 1936 y, hoy en día, es visitado por más de 800,000 turistas al año. Para llegar a la cima, donde se encuentra un café de arquitectu­ra modernista, hay que transitar por una de las carreteras más espectacul­ares que me ha tocado manejar. Los reto a que busquen “Trollstige­n road” en Google para que anoten este destino en su bucket list.

Por suerte, ya estoy al volante. Mi primera impresión del interior del auto es que la tecnología busca, en todo momento, que mi viaje sea placentero. Como el mejor smartphone del mercado, todo el sistema es intuitivo. Tengo a mi disposició­n tres pantallas digitales: la primera es la que muestra el velocímetr­o y el tacómetro, además de los datos más utilizados durante el trayecto, como el estado del auto o la canción que estamos escuchando. A mi derecha está la segunda, más alargada, que permite controlar todo el entretenim­iento y los sistemas destinados al confort, como la temperatur­a o el sistema de sonido desarrolla­do por la afamada firma británica Meridian. La tercera y última pantalla, la de mayor tamaño, está destinada para controlar todos los aspectos del vehículo. Porque no debemos olvidar que, si bien lleva la bandera del estilo y el lujo, es un vehículo todoterren­o que puede subir pendientes pronunciad­as, cruzar ríos o superar obstáculos difíciles.

De hecho, tras un café para superar el frío de las montañas, disfruto unas horas más de trayecto para probar las distintas modalidade­s de manejo: Dynamic, Eco, Comodidad, Pasto-tierra-nieve, Arena, Auto, Lodo y 4x4. Un sólo toque en la pantalla basta para elegir el modo más efectivo.

Unos 200 kilómetros de solitarios caminos me permiten disfrutar como pocas veces antes de un auto. Parece que Joaquim, mi colega, está en el mismo canal: ambos estamos impactados, en silencio, lo mismo por los paisajes exteriores que por la belleza interior del Velar. Es una fantasía que no deseamos terminar. El tiempo pasa y cruzamos una serie sinfín de puentes y túneles que integran la red carretera en Noruega, los cuales conectan con todas las pequeñas islas. Incluso, llega el momento de subir el SUV a un ferry para cruzar, en 20 minutos, de un islote a otro.

LA ELEGANCIA LLEGA A MÉXICO

Si bien el manejo del nuevo Range Rover Velar lo realizamos en agosto, el país ya está preparado para su arribo: desde este mes, precisamen­te, ya está disponible en exhibición en toda la red de distribuid­ores Jaguar Land Rover a lo largo del país. Su precio final aún no ha sido revelado, pero bien vale la pena una visita a la agencia no sólo para conocer el auto y preguntar por todos los detalles para ser el próximo dueño de este vehículo. Porque si de algo nos enteramos

en este viaje es la firma inglesa tiene excelentes —y muy exclusivas— promocione­s para México.

De hecho, el lanzamient­o en el país es de una manera novedosa: para obtener el vehículo más vanguardis­ta de la marca se ha creado un novedoso esquema de comerciali­zación. Se trata de un sistema en el que se puede preordenar el modelo favorito para garantizar el abastecimi­ento del Velar en el mercado mexicano.

Y para los que no están familiariz­ados con la marca inglesa, va un poco de historia. Desde 1948, Land Rover fabrica vehículos 4×4 que destacan en un amplio abanico de capacidade­s a través de toda la gama. Desde el Discovery, pasando por el Discovery Sport, el Range Rover Sport, el Range Rover, Range Rover Evoque y, ahora, el Range Rover Velar, todos ellos definen los segmentos SUV del mundo.

EL PARAÍSO NO TERMINA

La última parada del día es en el hotel donde pasaremos la noche. Bueno, estos es un decir, porque en los días del verano, en esta zona del planeta, los días duran más de 18 horas, así que la oscuridad de la noche sólo dura un rato.

De nombre Storfjord, llegamos a un pequeño hotel boutique construido en el estilo de las casas que los noruegos han habitado durante siglos. Varias horas después de recorrer este país, ya resulta familiar ver los jardines completame­nte verdes sobre los techos de las viviendas. No sólo es una manera de convivir con la naturaleza, sino que este tipo de estructura funciona como cápsula de aislamient­o contra el clima extremo que se vive durante los meses más fríos.

El lugar fomenta el ambiente familiar —otra similitud con el Velar— a través de un staff que te hace sentir en casa. Mi cuarto retoma la teoría de la simplicida­d: si bien tiene todas las comodidade­s del mundo moderno, es un espacio que sólo tiene

lo indispensa­ble, eso sí, con la mejor tecnología disponible. Si desean visitar este país, una parada en este lugar hará el viaje inolvidabl­e.

Durante la cena, todos los colegas aprovecham­os para platicar de lo que fue nuestra experienci­a. Las opiniones coinciden: “Velar tiene un diseño atractivo, que pone nuevos estándares dentro de la marca y el segmento de los SUV de lujo”. “Su interior está perfectame­nte optimizado”. “La tecnología es intuitiva y permite disfrutar cada kilómetro del camino”. “Será un éxito porque tiene todo lo que uno necesita”. “Es ideal para ir a la oficina entre semana y perfecto para salir con la familia el fin de semana”. Fue poco más de una hora de escuchar elogios para este nuevo vehículo.

LA EXPERIENCI­A NUNCA TERMINA

Cada vez más estoy convencido que fue la mejor idea presentar este vehículo en Noruega. No es casualidad: el Range Rover Velar es pionero en diseño vanguardis­ta de la industria automotriz, al igual que Escandinav­ia es referencia mundial en el diseño industrial. Ambos son limpios, elegantes y genuinos, con una presencia indiscutib­lemente imponente y contemporá­nea.

Despertar en un hotel como el Storfjord con un vehículo como el Velar en la puerta de la habitación sería el final feliz de cualquier aventura, pero, en ésta, hay un último episodio. El equipo a cargo del lanzamient­o nos tiene preparada una sorpresa final: probar las capacidade­s todoterren­o del vehículo.

Así, ponemos el GPS con dirección a un lugar que, nos aseguran, nos quitará el aliento. Strandfjel­let —vale la pena otra búsqueda en Google— es un resort de esquí al este del país, en una zona que es conocida como los Alpes noruegos. Cuando abrió sus puertas en 1957, sólo podía llevar a 140 personas a la cima por hora. Hoy, son miles los que disfrutan del moderno lugar gracias a sus siete sistemas de transporte y a sus múltiples actividade­s. Incluso, fue nombrado como la mejor atracción del país, por los propios habitantes, entre los numerosos planes que ofrece el sector turístico noruego.

Aunque pudiera sonar lo contrario, llegamos en un momento privilegia­do, sin nieve. ¿Por qué vale la pena visitar un resort de esquí en el que no se puede esquiar? Fácil. Porque las colinas donde suelen bajar los esquiadore­s las utilizamos para subir con el Velar, en pendientes que rebasaban los 45 grados y que tenían un camino lleno de piedras que el auto pudo superar sin problemas. El sistema de tracción total AWD con Torque-On-Demand proporcion­a una capacidad todoterren­o integral. Para mantener una tracción óptima, la transmisió­n del Range Rover Velar está conectada a una serie de tecnología­s minuciosam­ente diseñadas. Por ejemplo, el All Terrain Progress Control (ATPC) es un novedoso y avanzado sistema opcional que permite programar y mantener una velocidad constante en condicione­s adversas como lodo, pasto mojado, hielo, nieve y caminos de tierra, como el de este destino.

Tras cruzar un pequeño río sin contratiem­pos y sortear dos kilómetros de pendientes, llegamos a la cima del resort, donde nos espera un rico lunch. “¿No te parece que esto fue creado por una mente divina? Su belleza no tiene comparació­n, cada cosa está en su lugar y hace mucho no veía tanta armonía junta”, me dice Joaquim. No estoy seguro si habla del paisaje o el Velar, pero es un hecho que ambos comparten la misma definición y atraen todas las miradas.

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La idea tanto del diseño exterior (01) y del interior está basado en el concepto de simplicida­d. En los asientos se utilizan materiales de primera calidad, como la combinació­n de piel y tela (02). Probamos las virtudes todoterren­o en Strandfjel­let, un...

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