CAMINO AL ANDAR
La nueva era de Salvatore Ferragamo tiene una fresca visión de lo clásico. Estas tres propuestas son el más claro ejemplo.
El universo de los zapatos tiene un límite, pero dentro de este espacio, las variaciones pueden ser infinitas. Esto se concreta en la colección otoño-invierno 2017 de Salvatore Ferragamo, en la que las composiciones del ready-to-wear sugieren piezas clásicas reinventadas con suelas protagonistas. Botas Chelsea, zapatos derby y loafers intervenidos con picos de goma que hacen alusión a los dientes de un tiburón. De pronto, la desgarrante imagen del cartel de la película Jaws se planta en la memoria, dando fe de la fuerza con la que se puede crear un look inolvidable. Guillaume Meilland, el nuevo director creativo de menswear de la firma italiana, los complementó con trajes sastres y con pantalones de pinza, y hasta en ocasiones doblando la valenciana, manteniendo el estilo europeo del que es experto.
En los zapatos se distingue el respeto de Meilland por la marca a la que hoy pertenece. No pierde de vista la artesanía ni la innovación con la que el fundador de la casa siempre trabajó. Así como Salvatore Ferragamo volteó a ver a la cultura estadounidense para desarrollar muchos de sus diseños, convirtiéndose en el zapatero de las estrellas de Hollywood, el diseñador actual vuelve a mezclar estas tradiciones. En plena pasarela sonaba la canción New York USA, de Serge Gainsbourg, para transmitir la energía y la urbanidad de sus creaciones.