NICOLAS BARETZKI
Lleva poco más de un año como CEO de Montblanc, no obstante, es un veterano en la industria y, sobre todo, en grupo Richemont. Durante el Salon International de la Haute Horlogerie, en Ginebra, nos contó sobre la nueva colección 1858, el espíritu innovador inherente a la firma, y su pieza favorita de la colección.
Montblanc es bien identificado por su espíritu innovador, ¿cómo es que la firma combina esta visión con su legado?
Cuando analizo cómo manejar ambos aspectos, tradición e innovación, pienso en la historia de Montblanc y cómo la firma fue creada a partir de una visión innovadora. Fue fundada por tres hombres que en sus viajes, por ejemplo, a Estados Unidos, descubrieron nuevas tecnologías e ideas. Es algo que se ha mantenido a lo largo de la historia de la firma, fuimos los primeros en incorporar un clip a los instrumentos de escritura. Montblanc siempre ha innovado y es a partir de este rasgo que hemos construido nuestro legado.
¿Cuál fue el proceso creativo detrás del desarrollo de la colección 1858,?
Decidimos acercarnos a los relojes de una manera muy sistemática, nos centramos mucho en la historia de la manufactura de Minerva, que cumple 160 años de existencia. En ella identificamos muchos periodos representativos y de gran actividad, uno de ellos, la década de 1930, un periodo en el que se desarrollaron muchos relojes militares, diseñados para ser usados en exteriores, con una esfera sumamente legible, una caja muy robusta y un movimiento pensado para este objetivo.
¿Cuál es tu reloj favorito de este año?
En cada colección tenemos una pieza excepcional, una que conecta, precisamente, la innovación con nuestro legado. Uno de mis favoritos es justo el que estoy usando (Montblanc Time Walker Manufacture Chronograph), es un reloj robusto, con un diseño fuerte, que reinterpreta los cronógrafos emblemáticos históricos con la icónica esfera “panda” de tres contadores. También me encanta el Montblanc Star Legacy Full Calendar, parte de una línea inspirada en el extraordinario patrimonio de Minerva que se remonta a 1858. La legibilidad de las esferas, muy importante en la época, se mantiene.
¿Cuáles crees que sean los cambios que veremos los próximos años en la industria relojera?
Desde hace tiempo, la industria se ha concentrado en proveer de un valor adecuado a sus relojes; de posicionarse a través del precio ante los consumidores. Yo no tengo ningún temor de los cambios que esto representa para el sector de la alta relojería, veo un futuro brillante para la industria.