LA VISION´ DE BROSNAN
Ganó fama en el cine con James Bond, pero el futuro del irlandés está en TV, en la serie The Son, que prepara su segunda temporada.
Su mirada es más que conocida. Es la misma que, entrecerrada, anunciaba la licencia para matar del Agente 007. La de Pierce Brosnan es una mirada que, como la de James Bond —personaje que interpretó de 1995 a 2002— apunta a un objetivo. El irlandés no la dirige hacia ningún sitio que no sea el frente. No lo hace literal ni metafóricamente. En esta entrevista para Life and Style, por ejemplo, explica que su éxito se debe a los personajes que ha interpretado, pero más le preocupan los que vienen.
“No miro hacia atrás. Sólo porque estoy en esta entrevista lo hago, pero nunca miro hacia atrás, sino siempre hacia delante. Hago las cosas y voy hacia el frente. Si lo que hago me gusta, medio me gusta o no me gusta, siempre hacia delante”, dice Brosnan, sereno, con la vista fija en su interlocutor.
Con esa filosofía, el protagonista del filme GoldenEye (1995) se adapta, a sus 65 años, a la cambiante industria del entretenimiento. Si su carrera comenzó en el teatro y luego se convirtió en estrella del séptimo arte, lo mismo puede hacer ahora que el contenido migra a otras plataformas, como el streaming.
“Por la naturaleza del negocio, actualmente tienes que ir adonde está el trabajo, y el mejor está en las plataformas de televisión, en especial las de cable, como AMC, que desarrollan buen material para los actores. Voy en dirección al trabajo. Siempre lo he hecho. A veces tienes opciones y a veces no, y cuando no, se vuelve complicado. Pero el trabajo genera trabajo. Ésa es mi filosofía. A veces tienes que tomar un riesgo con alguna pieza que puede gustarte o medio gustarte”, señala.
No lo dice sin conocimiento de causa: Pierce tiene cuatro décadas en la profesión, 84 créditos actorales, 14 como realizador y su propia productora, Irish DreamTime. Él ha visto cómo la gente empezó a dejar de ir a las salas de cine para disfrutar las películas en casa y atestiguó la evolución del formato BETA a VHS, y del DVD al Blu-ray.
“Los cines están cerrando porque todos tienen opciones en casa. Creo que, en ese sen- tido, el viejo aspecto elegante de ir a las salas se volverá más selectivo. Pero el sistema de cine en televisión es de la misma colonia, se está revolviendo. La gente quiere entretenerse, entonces no creo mucho en ‘la muerte del cine’, sino que sólo es un cambio. Es un momento muy emocionante para ser cineasta, escritor, productor. Tienes que hacer de todo: escribir, producir y dirigir... si es que quieres emocionar a la gente”.
Con estos retos también llegan satisfacciones como el hecho de tener más tiempo para conectar a los personajes con el público. Tan es así, que, aun cuando su carrera sigue su desarrollo en el cine convencional, también apuesta por películas para televisión. “Los cineastas o los cineastas digitales siempre estarán ahí, porque la sociedad y los seres humanos nos queremos identificar, sentirnos parte de esas vidas, queremos sufrir junto a esa gente y celebrar la vida con ellos. Dramas, comedias, películas de gangsters, ciencia ficción… todas seguirán con nosotros. La raza humana evoluciona todo el tiempo”, opina el protagonista de Die Another Day.
Con esta combinación de lucidez, determinación y amor por el trabajo es que en los últimos años ha conservado su lugar en el cine y la televisión. Uno de los papeles más representativos en su carrera reciente es el que hizo en la serie The Son.
En ella, Brosnan interpreta a Eli McCullough, un sanguinario petrolero con mucha ambición que intenta por todos los medios convertir a su familia en una de las más poderosas de Texas. Con esta producción, cuya segunda temporada está prevista para estrenarse en México en 2019, el actor ha terminado de convencerse que los seriales permiten desarrollar tramas y personajes más complejos.
En su caso, también ha logrado desentrañar sus roles y verles el lado humano. En el caso específico de Eli McCullough, ve a un ser humano más que a un villano, y, de hecho, encuentra muchas similitudes con su propia historia. En su debida proporción, ambos han estado a la cabeza de sus familias y han sufrido. Brosnan crió a cinco hijos y en 1991 vio morir a la actriz Cassandra Harris, su primera esposa, y a Charlotte Emily, la hija de ambos, fallecida en 2013. “Eli me encontró en un buen momento de mi vida, porque mi cinturón ya tiene muchas millas recorridas en mis años como hombre, actor y padre. Los dos hemos pasado por varios dramas y tragedias en la vida. Eli y yo parecemos estar relacionados en el trasfondo del personaje. Disfruto mucho interpretarlo”.
Más allá de las recompensas que le da su trabajo, como viajar por el mundo, mantener la vista al frente le ha permitido vivir la pasión del arte. “El solo hecho de ser actor tiene mucho de romántico para mí. Cuando encontré la actuación, las compañías histriónicas y el mundo actoral, fue una salvación. Dije: ‘Puedo hacer esto’. Crear arte, arte cinematográfico, actuar. […] Amo lo que hago y hago lo que siempre desee: estar frente a las cámaras y filmar películas”, dice Pierce Brosnan, sosteniendo la mirada.