UN PASO ADELANTE

El traje se reinventa cuando su portador decide explorar nuevos territorios. Dolce & Gabbana nos pone el ejemplo en las calles de Nueva York.

Cuando juntas una marca innovadora como lo es Dolce & Gabbana con la tradición técnica y de gran atención a los detalles, como la sastrería, resulta inevitable que una acabe tomando lo mejor de la otra.

La colección Sartoria presenta, temporada tras temporada, trajes con líneas perfectas que calzan con la anatomía del cuerpo convirtiéndose en un signo de distinción y empoderamiento, dejando muy claro que “como te ves, te sientes”.

En esta ocasión, el toque moderno de esta firma ha influido en renovar la etiqueta de estilo, volviéndose un tanto más permisiva como si quisiera hacer referencia a un renovado George Brummell —el alguna vez árbitro del estilo inglés.

Los trajes de corte slim fit, fieles a la sastrería italiana, se renuevan con tejidos en colores claros como el gris y el marrón para estar ad hoc con las tendencias de otoño. Uno o dos botones en blazers de solapa delgada con forma de herradura también se suman a la entrega.

Viejos clásicos, como el traje de tres piezas cruzado, siguen cobrando fuerza, pero, esta vez, el equilibrio moderno se obtiene gracias a corbatas delgadas y cuellos de camisa tipo inglés de puntas cortas, que, además, brindan mayor libertad de movimiento al usuario.

De los zapatos, ni qué decir, al parecer 2018 es el año Freethefeet, dejando los calcetines con diseños divertidos a un lado y optando por llevar los pies al descubierto, con mocasines de corte discreto.

No temas llevar colores claros a la oficina. Los días en los que su uso estaba límitado a eventos matutinos han quedado atrás. Para darle un toque actual mantenlo en monocromía con tu corbata, y, claro, una camisa blanca como primera opción.

Diferentes capas de ropa también aplican en el mundo de los trajes. Pon especial atención al ajuste, tu abrigo deberá ser una talla mayor a la de tu traje; si es a la medida, las pruebas se realizan con una prenda sobre otra.

Zapatos casuales, como los mocasines, adquieren una segunda vida. El secreto está en optar por un modelo en piel, de corte sencillo y acabado pulcro. No querrás dar la impresión de que saliste de casa en pantuflas.