DANIEL RICCIARDO, EL PILOTO DE RED BULL RACING, ES EL TIPO MÁS COOL DE L A F1. ¿SU SECRETO? AMAR CON PASIÓN LO QUE HACE.
DA NI ELRICCI ARDO AMA SU TRABAJO Y LO DEMUESTRA CON SU ES TI LOCO OLY RELAJADO. EL PILOTO DE RED BULLRACINGY EMBAJADOR DE TAG HE UER HABLÓ CONLIFEANDSTY LE DE CARA AL GRAN PREMIO DE MÉXICO.
El verbo favorito de Daniel Ricciardo es disfrutar. El piloto de Red Bull Racing Formula One Team jamás lo ha expresado literalmente, pero sus actos dicen más que las palabras, y si alguien siempre parece ser el más feliz de la habitación, ése es Ricciardo, el único piloto que he visto sonreír al bajar de su monoplaza tras una colisión que lo sacó de una carrera. Con la misma sonrisa que demanda nuestra atención en la fotografía que ilustra esta página.
Motivos para pasarla bien le sobran. “Si quieres destacar en algo, lo primero que debes hacer es disfrutarlo”, dijo en una entrevista cuando su carre- ra empezaba a despegar, en 2014. Ahora, con siete años en la Fórmula 1 y a sólo uno de cumplir 30, su actitud refuerza la frase. Adora su trabajo, por el que recibe cerca de seis millones de dólares anuales. Le encantan la fama y los reflectores, pero no son las prioridades en su agenda. El mejor lugar para demostrar su alegría interminable es la pista.
Todavía no le es posible ganar un campeonato de la máxima categoría automotriz, pero sus actuaciones con el vehículo de Red Bull, un monoplaza con limitaciones si se compara con los actuales líderes, Mercedes-AMG Petronas y Ferrari, respaldan su talento y su capacidad al volante.
A Ricciardo le gusta lo que hace y ese gozo es directamente proporcional a su rendimiento. ¿Y cuál es el secreto para ser el conductor más cool del campeonato? Él mismo tiene varias teorías, pero la que más repite es el desarrollo de su infancia, una niñez relajada, junto a decenas de amigos con quienes podía jugar a los pilotos profesionales.
Ricciardo creció en Perth, Australia, y aunque tuvo que emigrar de su ciudad cuando apenas era un adolescente, no abandonó esa actitud festiva y alegre: “Crecer bajo el sol y tener la playa cerca, poder hacer cosas al aire libre, creo que eso ayuda mucho cuando eres niño. Tener un estilo de vida activo me forjó así. Definió mi carácter. Crecí de manera sana y deportiva, que no es lo mismo que permanecer sentado frente a tu computadora”, dijo Daniel en exclusiva para Life and Style.
Por otra parte, los hobbies, las actividades que los seres humanos realizamos por placer e interés personal, también forman parte de la receta secreta de Ricciardo para obtener felicidad garantizada. “Siendo honesto, creo que lo que más me ayuda es tener otras pasiones. Si las carreras fueran lo único que me interesara en la vida, sería difícil relajarme, porque estaría todo el tiempo en el mismo ánimo salvaje que implica correr. Pero tener otros intereses me hace cambiar de estado de ánimo y tener esos momentos de relajación. Escuchar música, por ejemplo. Incluso los viajes o los eventos que van de la mano con las carreras, son espacios diferentes que me cambian de mood”, agregó quien, hace dos años, previo al Gran Premio de México 2016, visitó Salón Tenampa, en Garibaldi, y degustó comida típica mexicana con un sombrero charro. Intentó moverse al ritmo de los mariachis. Se tomó una fotografía junto a la pintura de Pedro Infante y, cuando mordió un chile serrano y entendió su error, sonrió de nuevo.
SENNA, SU INSPIRACIÓN
A Ayrton Senna, el mundo del automovilismo le debe, entre muchas otras cosas, ser el lazo que unió a Daniel Ricciardo con el deporte motor. El australiano encontró en la leyenda sudamericana una figura a seguir, a pesar de que sólo tenía cinco años cuando ocurrió el trágico choque en San Marino que terminó con la vida de Senna. Con un ídolo en la cima del automovilismo y su interés por los deportes individuales en ascenso, Ricciardo comenzó a correr karts a los nueve años.
“De niño, nunca me interesé por los deportes en equipo, como el futbol o el basquetbol. Siem- pre me he sentido más atraído por los deportes en los que compites de manera individual. En los que eres dueño de ti mismo y de tu rendimiento”, confesó el australiano, quien al momento de la redacción de estas líneas, tiene 126 puntos en el mundial de pilotos, mismos que lo colocan en el sexto lugar de la competencia.
ÚLTIMAS VUELTAS
La actual campaña será la última del sonriente australiano con Red Bull. Ricciardo ya firmó con Renault y tomará el lugar del español Carlos Sainz cuando el año automovilístico se complete. Este cambio se confirmó en verano, y el presidente de Red Bull Racing Formula One Team, Christian Horner, reaccionó con caballerosidad: “Respetamos completamente la decisión de Daniel de dejar Red Bull. Le deseamos lo mejor en el futuro”.
La francesa Renault será la cuarta escudería que Ricciardo defienda en la Fórmula 1, después de Hispania Racing, Toro Rosso y Red Bull. El trabajo en equipo es una peculiaridad para él: sólo si hay “una fuerte razón para ser parte de un equipo, las cosas salen bien, porque coopero e intento demostrar el respeto que siento por cada uno”, pero si no...
EL GUARDARROPA DEL HONEY BADGER
Debido a su parecido con un tejón de la miel, un mamífero de la familia de las comadrejas, uno de sus exentrenadores personales, Stuart Smith, lo bautizó “Honey Badger”, sobrenombre que hasta la fecha lo hace sonreír (más de lo acostumbrado). Pero las similitudes de dicho animal y Ricciardo van más allá. Smith sólo veía un parecido físico entre el animal y el piloto, pero ese tejón es la úni-
ca especie de su género, tal como Ricciardo entre los volantes profesionales de la actualidad, una característica que se refleja en su armario: “Creo que, conforme cumplo años, me intereso más en el mundo de la moda. No gasto en muchas cosas, intento utilizar mi dinero de manera inteligente y prefiero invertir en alguna propiedad, pero, si hay algo en lo que gasto sólo porque lo disfruto, es en la ropa. He pasado mucho tiempo de los últimos años en Los Ángeles y me gusta mucho la propuesta de los diseñadores textiles de allí. Creo que ése es mi estilo. Casual, trendy casual”.
Daniel Ricciardo es embajador de TAG Heuer, una de las firmas de relojería que más vínculos históricos tiene con la Fórmula 1. En el pasado, el ídolo del australiano, Ayrton Senna, fue embajador y protagonizó campañas de la marca suiza.
“Dejando a un lado la parte fashion de los relojes, percibo una relación entre el mecanismo de un reloj y el de un auto. La manera en que ambos funcionan, la precisión, eso es lo que asocio”, compartió el 29 veces ocupante de podios en la Fórmula 1, de las cuales siete han sido en el primer lugar.
CARIÑO LATINO
Es coherente: un hombre tan dispuesto a reír, tenía que amar el ambiente único de las gradas latinoamericanas. Ninguna galería de fanáticos es tan ruidosa como la que tapiza el autódromo Hermanos Rodríguez en el Gran Premio de México.
“Disfruto mucho estar ahí. La organización no sé qué tan mejor puede ser, porque cuando te encuentras en una de las ciudades más grandes y con mayor población del mundo, es difícil decirlo. Pero lo cierto es que amo la pasión con la que se vive el automovilismo en América Latina. Me encanta la comida, el tequila. Mi experiencia en México siempre es una de mis favoritas”, finalizó Ricciardo, podemos imaginar, esbozando una sonrisa.
“DISFRUTO LOS DEPORTES QUE TE HACEN SALIR DEL CONTEXTO COMÚN, COMO DOWNHILL O SURF, QUE TE ALEJAN DE LA CIUDAD”.