EL FUTURO ES AHORA
Luego de haber marcado a una generación entera de yoguis, Lululemon apuesta por conquistar los guardarropas masculinos.
Imagina una prenda que es todo lo que el nuevo iPhone XS: contemporáneo, cómodo y con un diseño impecable. Todos quieren imitarlo. Así es la línea masculina de Lululemon, marca nativa de Vancouver que previó la tendencia de activewear antes que nadie en la década de 1990. Favorita de personajes como el arquitecto Michel Rojkind y el chef Edgar Núñez por su versatilidad (una playera es igualmente útil en el gimnasio que en el aeropuerto), actualmente tiene más de 350 boutiques en todo el mundo.
“Hoy en día, correr un maratón puede significar cosas diferentes para cada persona; para unos es, literalmente, correr 42 kilómetros, y para otros, un día pesado de llamadas y juntas, y después trasladarse de un punto a otro en cualquier ciudad, con tráfico”, dice Fred Uribe, vicepresidente de marca, a quien, desde luego, encuentro vestido de Lululemon de pies a cabeza.
Fundada en 1998 como una línea de yoga, la firma ha impuesto nuevos límites en la comodidad de la ropa. Para ello, se ha mantenido fiel a su filosofía de privilegiar los materiales de alta calidad y el less is more, tanto a nivel visual como de producción, en contraste con el fast fashion que invade el mundo.
“Éste es mi pantalón favorito, tiene un corte sencillo de vestir y la tela es lo más agradable para viajar”, afirma Uribe, mientras se señala las piernas. Innegable. Todas y cada una de las prendas y los accesorios de esta marca atraen el tacto como por arte de magia, gracias a que su laboratorio de diseño e innovación desarrolla la tecnología de sus textiles —frescos, livianos, adaptables—. Así, una playera cualquiera se convierte en la única playera que necesitas, sin importar el clima o la ocasión.
“¿Es deportivo o es de vestir?”, me pregunta Fred sobre su atuendo. “¿Ambos?”, digo, dudando de todo lo que sé sobre moda. “Exacto”, responde, “es activewear, es el futuro”.