SIN MARGEN DE ERROR
Alex Honnold es el único en la historia en escalar sin cuerda El Capitán, un reto máximo del alpinismo por su dificultad. El documental Free Solo capturó este proceso.
“CUANTAS MÁS VECES HACES ALGO QUE TEMES, SE VUELVE MENOS ESPANTOSO”.
Lo lógico es pensar que el mayor miedo de Alex Honnold es cometer un error mientras escala. Confiesa que, a veces, piensa en eso, “en caer y morir”, pero no lo suficiente como para dejar de hacer el deporte que ama desde niño y que ni siquiera le provoca pesadillas. “La verdad es que ni sueño. Duermo como una maldita roca todos los días. La sensación que tengo es que me apago en la noche y simplemente me enciendo por la mañana”, dice en una entrevista exclusiva para Life and Style.
Debido a que se ha hecho famoso por sus proezas free solo —como se denomina a escalar sin cuerda—, resulta curioso (cuando menos) escucharlo asegurar que hay otras actividades que le dan más miedo. “Hice salto en paracaídas por un rato, pero lo dejé porque me pareció una locura muy grande y porque ya no me gustó. También solía tener mucho miedo de hablar en público, pero, tras unos años de práctica ya no me da tanto. El punto es que, cuantas más veces haces algo que temes, se vuelve menos espantoso”.
Nacido en Sacramento, California, hace 33 años, Alex es un fuera de serie del alpinismo. Sus hazañas lo han convertido en la imagen de The North Face, en amigo del músico y actor Jared Leto —con quien también escala— y en el personaje principal de Free Solo, documental que capturó su proceso de preparación física y mental para subir sin cuerda El Capitán, el 3 de junio de 2017. Escalar esa pared vertical de 900 metros de altura lo convirtió en el único en la historia en lograrlo. “Después de conquistar El Capitán, quizá ya nada me parezca igual de importante. Fue un sueño durante tanto años y es difícil imaginar algo que signifique tanto para mí”.
Con frecuencia lo llaman adicto a la adrenalina y confiesa que eso le molesta un poco porque, de hecho, lo que más siente cuando escala es tranquilidad. “Tener este tipo de experiencias le da una perspectiva a todo lo demás en mi vida. Es, por ejemplo, como las personas que se preocupan por perder su vuelo, cuando lo que en realidad deberían temer es que el avión se estrelle. Ves la vida desde otro punto”. Aunque no encuentra un nuevo desafío que lo estimule tanto como El Capitán, Alex tiene claro que practicar free solo es lo que quiere seguir haciendo. “Aún pienso que si dejo de hacerlo será porque perdí la motivación. Quizá si un día tengo una familia, el riesgo me parecerá inaceptable. Pero ya veremos”.