ALESSANDRO SQUARZI
Un marcado estilo personal es la carta de presentación de este empresario, que se convirtió en un ícono del lifestyle masculino tras ser inmortalizado, innumerables veces, por Scott Schuman. Su pasión por la moda lo encaminó a crear una de las tiendas vintage de culto más reconocidas del mundo.
Las calles de Milán son únicas, no sólo por su sobria arquitectura, sino también por el estilo de las personas que recorren esta ciudad italiana. En especial sus hombres, dotados de una elegancia sin pretensiones que todo mundo desea emular.
Fotógrafosdel streetstyle, comoSco Schuman, creador The Sartorialist, se encargaron de descubrir a gente común y corriente con un look personal distinto a lo que prevalecía en las revistas de moda. El éxito de estos retratos se basa en la dosis de realidad que reflejan y gracias a la cual finalmente hemos podido ver lo que las personas “ordinarias” usan verdaderamente.
Uno de los descubrimientos más exitosos fue el de Alessandro Squarzi, un empresario apasionado de la moda que se convirtió en uno de los hombres más fotografiados del mundo, y quien está considerado entre los mejor vestidos. Su estilo sartorial y elegante, pero sin esfuerzos, y la manera en la que mezcla piezas clásicas con un
twist moderno, le han ganado un lugar especial en el mundo de la moda masculina.
Su afición por la ropa vintage de inspiración militar lo ha llevado a recorrer el mundo en busca de piezas únicas y, sobre todo, con una historia que contar. Prendas que ya fueron utilizadas por alguien, lo que les agrega un valor extra. Puede ser esnobismo o, en su caso, una forma de vida, querer ser un hombre que no necesita identificarse con un target, un hombre que viste lo que lleva y no al contrario.
Después de dedicar décadas a hacer crecer marcas pequeñas de moda dentro de su showroom, Alessandro decidió que era hora de satisfacer al tipo de hombre que anhelaba lo mismo que él: sastrería italiana, textiles japoneses y un espíritu vintage. Resultó un paso fácil de dar debido a su experiencia en el sector fashion y los negocios. Fue así como fundó Fortela y AS65. La primera se caracteriza por tener creaciones con un toque broke-in, fabricadas completamente en Italia con la colaboración de artesanos japoneses.
Cuenta con su propia tienda en Via Melzo, que se ha convertido en una de las mecas del estilo masculino de Milán, visitada por hombres de todo el planeta que quieren evocar el estilo del señor Squarzi. ¿Los favoritos? Los jeans de corte recto de mezclilla sin procesar que van cambiando con el uso, para terminar siendo diferentes en cada persona.
Por otro lado, AS65 nace de un viaje a Nueva York en el que una parka vintage del ejército estadounidense llamó su atención en un mercado de segunda mano. Se la obsequió a su esposa, quien la combinó con un chaleco de pieles. Esta mezcla inesperada —la fuerza de una pieza militar con el lujo y el glamour de la piel de un animal— fue el inicio de esta marca de lifestyle. El proceso es largo, ya que, para la venta, sólo pueden ser consideradas parkas originales de los años 50. Después de un procedimiento de lavado con técnicas especiales, la prenda se tiñe, se restaura, se borda y se ajusta a la talla deseada. Por ser un uniforme usado sólo por soldados, nada más se encuentran disponibles en tallas grandes.
La relación de Alessandro con el estilo no termina ahí. Además, posee una de las colecciones de relojes más importantes de Europa. Una pasión que le fue heredada por su tío y que espera transmitir a su única hija, Allegra. Son más de 400 piezas de alta relojería, entre las que destacan cuatro modelos que tienen un significado especial para él: un Rolex Submariner 5512, el primer regalo de su tío cuya peculiaridad es la esfera marrón; un IWC Mark V como el que usaban los pilotos ingleses; un Omega de oro amarillo, como el que usaba Johh F. Kennedy, obsequio de su esposa y grabado en el reverso; y un Patek Philippe referencia 3970, regalo que se hizo a sí mismo para celebrar el nacimiento de su hija y que ocupa un sitio destacado en la colección.